Varias detonaciones tuvieron lugar ayer pasadas las 23.35 horas en el lugar donde está atrincherado el presunto asesino de Toulouse, identificado como Mohamed Merah, de 23 años de edad. El Ministerio del Interior, según recoge la edición digital del diario Le Monde , señaló que se trata de «un golpe de presión» contra el individuo.
Las explosiones, retransmitidas por la televisión BFM, se produjeron dos horas y media después de que se cortara el flujo eléctrico en la zona donde se refugia el presunto autor de la muerte de siete personas en esa ciudad y en la vecina Montauban.
Se trata, al parecer, de un signo para aumentar la presión de las negociaciones con el joven, después de un inicial intento fallido de intervención que dejó a dos policías heridos.
El presunto asesino de Toulouse, acorralado por las fuerzas de seguridad en un apartamento de esa ciudad del sur de Francia desde la madrugada de ayer, mantiene en vilo a un país que esperaba su arresto inminente.
Los agentes creen que tratan con un individuo que no tiene instintos suicidas e intentan negociar su rendición para capturarle vivo, siguiendo las órdenes de Sarkozy.
Escalada de delitos
El supuesto asesino de tres militares galos, tres niños judíos y el padre de dos de ellos en Toulouse y en la cercana Montauban es un francés de origen argelino que había sido condenado por delitos comunes una quincena de veces por el Tribunal de menores.
Se ha definido como un muyahidín miembro de la red terrorista Al Qaeda, organización de la que dijo que le ha encomendado atentar en Francia, y ha lamentado no haber tenido tiempo para cometer más crímenes.
Los próximos objetivos del tirador eran otro militar y dos policías de la aglomeración de Toulouse, según los investigadores, que detallaron que el sospechoso se jacta de actuar solo.
No obstante, la policía ha practicado varias detenciones en su entorno, entre las que destaca la de su hermano Abdelkader, que tenía un coche cargado de explosivos que se están analizando, y la madre de ambos.
Los investigadores, bajo la dirección del ministro del Interior, Claude Guéant, también analizan la cámara que supuestamente llevaba colgada del cuello al menos en algunos de sus crímenes y cuyas imágenes, según el presunto criminal, habrían sido difundidas por internet, un extremo no confirmado.
La operación policial se inició la madrugada de ayer, cuando los agentes penetraron en el edificio y fueron recibidos a tiros. Tres efectivos resultaron heridos.
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