El santo padre, vestido con una sotana verde, llegó al puerto en el papamóvil, con una de las ventanillas semiabierta, desde donde saludó a los fieles congregados a lo largo de su recorrido, que portaban carteles con mensajes como ‘Benedicto XVI, te quiero' y banderas del Líbano y de otros países.
A su llegada, Joseph Ratzinger subió al altar blanco en forma de cedro -árbol que simboliza al Líbano- instalado en el muelle, mientras sonaba el himno ‘Cómo amo tu misericordia', en lengua siriaca, empleada en los rituales maronitas (cristiano de Oriente).
En la homilía, instó «a la comunidad internacional y a los países árabes, en su calidad de hermanos, que propongan soluciones viables que respeten la dignidad de cada humano, sus derechos y su religión».
Durante la última jornada de la visita del papa al Líbano, la primera a este país en sus siete años de pontificado y la cuarta a Oriente Medio, se dieron cita 185 prelados.
Uno de los momentos más importantes del oficio religioso fue la entrega por parte del sumo pontífice a los prelados de la región de la Exhortación Postsinodal (documento final) del Sínodo de Obispos para Oriente Medio, celebrado en 2010, que marca las directrices para las iglesias de la zona en los próximos años.
Exhortación
Ese documento, firmado por el Papa el viernes en la sede del Patriarcado maronita en Harissa, recoge las propuestas aprobadas por los obispos en el sínodo, donde rechazaron que se recurra a la Biblia para justificar las «injusticias» y abogaron para que Palestina tenga un Estado propio.
Con las propuestas aprobadas por los obispos y entregadas al papa durante el sínodo, Benedicto XVI preparó la exhortación que ofreció ayer antes de acabar la misa.
3 comentarios
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Ya podría pagar los gastos del cap de fibló de Lluc en vez de rezar tanto
!Debí acabar con estos malditos sarracenos¡
Lo que tiene que hacer es mandar misioneros a convertir al cristianismo a todos los infieles del islam y así se acabará la violencia (ironía)