La oposición proeuropeísta resiste en Kiev y se ha organizado para disponer de un sistema sanitario y otro alimentario. | MARKO DJURICA

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El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, y los dirigentes opositores que exigen la renuncia del Gobierno por haberse alejado de Europa concluyeron sin acuerdos su primer «cara a cara» desde el inicio de las protestas masivas en Kiev hace más de tres semanas.

La primera mesa redonda nacional a la que asistieron ambas partes se celebró en el Palacio Nacional de las Artes de Kiev, mientras el centro de la ciudad sigue en manos de miles de manifestantes opositores que han convertido la Plaza de la Independencia en una auténtica fortaleza.

Bajo la enorme presión de esta presencia popular masiva, y tras las advertencias tanto de la Unión Europea como de EEUU en contra de la violencia hacia los manifestantes, Yanukóvich propuso en la reunión una moratoria en el uso de la fuerza tanto por parte de la Policía como de los opositores y no aceptó ninguna de las propuestas de la oposición.

También afirmó que la Rada Suprema (Legislativo) abordará los riesgos que, según su Ejecutivo, supone para el país la firma del Acuerdo de Asociación negociado con la Unión Europea.

Violencia

El presidente aseguró que «nadie prepara ninguna acción violenta» contra los manifestantes congregados desde el 21 de noviembre en la Plaza de la Independencia, centro neurálgico de la protesta que desde ayer esta protegido por altos parapetos y barricadas formados con sacos terreros, neumáticos de coches, alambres y maderas.

El presidente también pidió a la Rada que estudie una declaración de amnistía para todos los detenidos durante las protestas y volvió a insistir en que su país seguirá «el camino de la reforma y de la integración europea». «Me dirijo a todos los ciudadanos concentrados en todas las maidán (plaza en ucraniano): cálmense y cesen la confrontación, que nunca ha conducido a nada bueno. Dejen a los políticos, Gobierno y oposición, encontrar juntos una salida a la actual situación», demandó.