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Conocer las causas del accidente del vuelo de Swiftair AH5017 podría demorarse entre seis meses y dos años, dependiendo del tipo de siniestro y de la información que proporcionen las cajas negras.

Según ha avanzado el portavoz de la Unión Sindical de Controladores (USCA), David Guillamón, en declaraciones a Europa Press, en los primeros momentos de un accidente aéreo es «imposible» determinar las causas del suceso, hasta encontrar la aeronave.

En el caso del vuelo de Swiftair, cuyos restos han sido localizados en la región maliense de Gossi, ubicada cerca de la frontera con Burkina Faso, a partir de ahora se pone en marcha el análisis por parte de los profesionales en la materia.

COBERTURA DE RADAR DIFERENTE DE EUROPA

«Volar hoy es seguro gracias a que hay complejísimos sistemas de seguridad», explicó Guillamón, que sin embargo también apuntaba que dichos sistemas «no son infalibles y que cuando fallan suele ser una sucesión en cadena».

Desde USCA se ha intentado contactar con los controladores de Níger y Argelia «sin éxito», pero sí han podido confirmar que el avión «estuvo bajo cobertura de radar por un espacio de tiempo», en concreto 50 minutos desde el despegue. Asimismo explican que la cobertura de radar de la zona «no es la misma que Europa» y que a veces los mismos pilotos radian sus posiciones.

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Asimismo también confirmaron que es habitual que los aviones cambien sus rutas en vuelo antes complicaciones meteorológicas, y que los pilotos se vean obligados a buscar «nuevos encaminamientos».

ALERTA, INCERTIDUMBRE Y EMERGENCIA

El protocolo que se pone en marcha cuando se pierde el rastro de un avión pasa por las fases de alerta, incertidumbre y emergencia. En un primer momento, nada más producirse la desaparición, el objetivo es comunicar con los pilotos, activar los canales de emergencia, otros aviones o controladores.

Pasado un tiempo de entorno a media hora se declara la fase de incertidumbre, ya que como explican desde USCA, se teme que haya podido suceder algo, poniéndose así en marcha los protocolos y se alerta a los servicios de búsqueda y salvamento.

Finalmente, se activa se fase de emergencia cuando se supera el tiempo máximo de autonomía del avión, cuando se hace «evidente la posibilidad de una catástrofe, aterrizaje o secuestro», indicó Guillamón.

La pérdida del contacto radar con el avión ocurre «con cierta frecuencia», explican desde el sindicato de controladores, pero que esto suele deberse a fallos técnicos muy leves que bien se podrían solucionar cambiando de equipo y quedando en manos del piloto la decisión de regresar o aterrizar.

Otras veces se puede deber a un fallo eléctrico, que además de impedir localizar al avión tampoco permite la comunicación por radio con el piloto. «Hay múltiples causas por las que se pierde el contacto con el avión, y no todas tienen que acabar en catástrofe», apunta Guillamón.