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Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona se reúnen este sábado de nuevo en Bruselas para intentar lograr un acuerdo con Grecia que permita que el país permanezca en el euro e inicie las negociaciones para un tercer rescate con el que aliviar su asfixia financiera.

Los titulares de los diecinueve países que comparten el euro, bajo la presidencia del holandés Jeroen Dijsselbloem, tendrán sobre la mesa la solicitud efectuada el jueves por el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, de un nuevo rescate, el tercero, por un periodo de tres años y por una cantidad que estaría en torno a los 50.000 millones de euros.

El Parlamento griego dio esta madrugada el mandato al Gobierno para continuar negociando con los acreedores en base a esa última propuesta, en una votación que salió adelante con los votos a favor de 251 diputados, mientras que 32 votaron en contra y 8 se abstuvieron.

El nuevo paquete de reformas que Atenas ofrece a las instituciones acreedoras internacionales (la CE, el BCE y el FMI) incluye aumento de impuestos, de las cotizaciones sociales y reducciones de las pensiones, muy similares a las propuestas que esos organismos hicieron a Grecia y que ésta rechazó y después convocó el referéndum del pasado 5 de julio.

El Gobierno de Tsipras ha ofrecido también empezar a aplicar algunas de esas reformas de inmediato, algunas de ellas tan pronto como la próxima semana.

Antes de que comience el Eurogrupo, sus segundos estudian desde las 08.00 GMT los resultados del análisis hecho el viernes por las instituciones.

Tsipras ha pedido al fondo de rescate permanente de la zona del euro, el MEDE, un préstamo hasta 2018, cuya cuantía no ha sido aún determinada, pero que podría estar en torno a los 50.000 millones de euros, según los medios griegos, en base al cálculo que el FMI ha hecho recientemente de las necesidades de Grecia hasta ese año.

Grecia debe ya a sus acreedores internacionales unos 242.000 millones de euros, una cifra que incluye los préstamos de dos rescates anteriores que concedieron los países de la eurozona y el FMI, al igual que otros bonos en manos del BCE y de otros bancos centrales de la eurozona.

En los análisis de las instituciones se ha incluido el de la sostenibilidad de la deuda helena, punto central para Grecia ya que representa el 175 % de su PIB, por una parte, y sobre el que la CE y el FMI han tenido divergencias en el pasado.

Después del debate técnico, serán los ministros del Eurogrupo, quienes se reúnan a partir de las 13.00 GMT y si en una sesión, que se plantea larga, llegan a un acuerdo, podría desconvocarse una de las dos reuniones de jefes de Estado y de Gobierno previstas para mañana.

Probablemente será la cumbre extraordinaria programada para las 14.00 GMT entre los líderes de los países del euro por separado, antes de la reunión a Veintiocho que se ha previsto para dos horas después.

Si hay acuerdo, comenzaría también la negociación contrarreloj del nuevo rescate, su cuantía y sus condiciones.

Esa discusión se retomaría el lunes 13 de julio en la reunión regular que el Eurogrupo tiene para ese día, y en la que también se tratará sobre la elección del nuevo presidente del foro, puesto al que aspiran el propio Dijsselbloem y el español Luis de Guindos.

De consensuarse la apertura de negociaciones hacia un tercer rescate, esa decisión tiene que tener también el visto bueno de los parlamentos de Alemania, Holanda, Finlandia, Eslovaquia, Estonia y Austria, según fuentes europeas, trámites que se iniciarían ya el lunes y martes.

En el horizonte de este mes, Grecia tiene un pago de 3.500 millones de euros a devolver al BCE el 20 de julio.

El 30 de junio las autoridades griegas no abonaron un préstamo de 1.600 millones de euros al FMI, lo que les ha colocado en situación de mora con la institución con sede en Washington.