«El rito de paso alternativo obvia la ablación y la sustituye por un simple corte de pelo, de forma que las chicas pasan a ser mujeres con su dignidad cultural intacta pero sin haber sufrido ningún daño», señala la organización, que afirma que destaca por su innovación pero también por su respeto a los valores comunitarios. La celebración tuvo lugar en las laderas del monte Kilimanjaro el pasado viernes 19 de agosto.
Según recuerda la ONG, Unicef estima que el 21% de las mujeres keniatas (unos 2,5 millones) han sufrido la mutilación genital femenina, a pesar de los riesgos demostrados y documentados que conlleva la práctica, como es sangrado excesivo, traumas psicológicos, complicaciones durante el parto y alto riesgo de contagio del VIH al usar cuchillas no esterilizadas.
Por este motivo, Amref lleva desde 2009 promoviendo entre comunidades masái y samburu de Kenia las ceremonias de rito de paso alternativo como forma de luchar contra esta práctica. Su objetivo es conseguir «un cambio de actitud, sensibilizando y explicando sus consecuencias a toda la comunidad, jóvenes y mayores, hombres y mujeres», según indica la entidad. Hasta el momento, más de 10.500 personas han realizado este tipo de ritos alternativos.
EL PROBLEMA DEL ARRAIGO CULTURAL
Para la ONG, el «mayor obstáculo» para acabar con esta práctica es su arraigo cultural. Por ello, Amref busca en primera instancia la complicidad de los líderes comunitarios y los ancianos locales, sensibilizándoles para que entiendan los riesgos de la mutilación genital y expliquen esos riesgos a su comunidad, permitiendo que el rito de paso alternativo crezca y se expanda.
Antes de esta graduación final, durante días, se impartieron lecciones sobre valores y tradiciones masái, educación sexual y sanitaria y lecciones prácticas del día a día.
Precisamente, los ancianos formaron parte de la celebración propuesta por la organización. Bendijeron a las chicas derramando leche encima de ellas y las animaron a continuar con su educación y no dejar la escuela para casarse prematuramente. Además de los ancianos, Amref busca ganarse la confianza de las parteras tradicionales para promover el rito de paso alternativo, ya que éstas son también las que ejecutan el corte durante la mutilación.
Incluso los líderes institucionales se sumaron a esta celebración alternativa y han apelado al cumplimiento de la ley. De hecho, aunque la mutilación genital femenina se siga practicando en algunas comunidades de Kenia, es ilegal.
Como novedad, esta es la primera celebración que incluye también a 140 chicos, que recibieron el título de 'embajadores del rito de paso alternativo', cuya misión es defender de la posible estigmatización social a la que se arriesgan las chicas que han decidido decir 'no' a la mutilación genital femenina.
Para Amref, el trabajo con las comunidades hace posible el avance hacia la eliminación de la mutilación genital femenina, pero recuerda que «aún queda mucho por hacer para erradicar esta dañina práctica».
2 comentarios
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Si se toma el corte de pelo como la fiesta de puesta de largo, a mi me parece estupendo y una nueva perspectiva del tema.
Aún que parezca poca cosa, que no lo es, se trata de un avance brutal. Ojalá se consiguiera en todos los países que practican la ablación femenina.