«Llegan a la pubertad entre los nueve y los doce años. En ese momento, su cuerpo les está pidiendo que tengan 18 años. Por lo tanto, física y espiritualmente, no es una barrera para que las niñas se casen», ha señalado Shabudin Yahaya, diputado de la coalición Barisan Nasional.
Yahaya también ha asegurado que «no hay nada malo» en que una víctima de violación se case con su agresor, ya que de esta manera evita vivir un «futuro sombrío».
La ley, aprobada este martes, penaliza el acoso sexual infantil y establece penas por producir o poseer pornografía en la que aparezcan menores de 18 años, pero no hace mención al matrimonio infantil. La pena máxima en virtud de la ley es de hasta 30 años de cárcel y seis golpes de látigo por producir, poseer y distribuir pornografía infantil.
Bajo el derecho civil y la ley islámica, los niños menores de 18 años pueden casarse en Malasia. El derecho civil establece la edad mínima para el matrimonio a los 18, pero los menores de 16 pueden casarse con el permiso del primer ministro de su estado. Bajo la ley islámica, los niños menores de 16 años pueden casarse si el tribunal de la 'sharia' lo permite.
En 2016, la mayoría de las personas denunciadas por abuso sexual a menores en Malasia no fueron sentenciadas, debido al débil sistema de justicia penal del país. Tan solo 140 de los 12.987 casos de abuso sexual infantil denunciados a la Policía entre 2012 y julio de 2016 resultaron en condenas.
«La ley es más estricta ahora, pero no lo suficiente», ha señalado Teo Nie Ching, una diputada de la oposición que ha asegurado que los agresores se aprovecharán de que la violación marital no sea un delito en Malasia para evitar ser acusados.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Amb tota probabilitat no seria massa difícil trobar un musulmà que no estigui d'acord amb aquests preceptes. No tot és radicalisme, com ens volen fer veure algunes veus interessades en fomentar l'odi d'uns innocents a altres innocents.
Malàisia té majoria de població de religió mussulmana. Llavors troben rar que la gent de per aquí no vulgui mesquites al seu poble o ciutat.