El presidente norteamericano, en el centro de la imagen, no ve imprescindible el apoyo de China en posibles acciones en la península de Corea. | Efe

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El presidente estadounidense, Donald Trump, instó a China a colaborar para «solucionar el problema de Corea del Norte», pero remarcó que su Gobierno está dispuesto a resolver la cuestión sin la ayuda de Pekín.

«Corea del Norte está buscando problemas. Si China decide ayudar, eso sería muy bueno. Si no, solucionaremos el problema sin ellos», indicó Trump en su cuenta de Twitter en referencia a los repetidos lanzamientos de misiles balísticos por parte de Pyongyang.

Agregó que durante la visita la pasada semana del presidente chino, Xi Jiping, le explicó que «China conseguiría un acuerdo comercial con EEUU mucho mejor para ellos si solucionan el problema de Corea del Norte».

Este fin de semana, Estados Unidos ordenó movilizar al portaaviones USS Carl Vinson y su grupo de ataque hacia aguas cercanas a Corea del Norte como muestra de fuerza ante lo que considera provocaciones del régimen de Kim Jong-un.

Corea del Norte replicó que está preparado para responder a un «ataque preventivo» de EEUU y condenó el envío de uno de sus portaaviones a la zona.

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La decisión del Gobierno estadounidense se produjo después del encuentro en Florida (EEUU) entre Trump y Xi, el primero entre ambos, en el que discutieron la necesidad de evitar nuevas provocaciones de Pyongyang, aliado de Pekín.

En vísperas del encuentro entre Trump y Xi, Corea del Norte lanzó la semana pasada un misil balístico de medio alcance que cayó en el mar de Japón.

Los avances del régimen de Pyongyang en el terreno armamentístico se han acelerado desde la llegada de Kim Jong-un al poder, hace cinco años, con nuevos y mejorados misiles, sistemas de lanzamiento y bombas atómicas más potentes, aunque aún muy por debajo de las capacidades de los Estados nucleares.

El presidente estadounidense ha insistido en que está abierto a una acción unilateral si China no controla a su aliado.

Trump ha dado un paso al frente en su política exterior con el bombardeo la semana pasada de una base militar siria en represalia al ataque químico presuntamente lanzado por el régimen de Bachar Al Asad en la provincia de Idleb, algo que ha sido interpretado también como un mensaje al Gobierno norcoreano.