En las últimas semanas se ha incrementado la afluencia de familias enteras de refugiados que arriban a las costas de Lesbos. | Reuters

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La autopsia practicada a una niña siria de cinco años fallecida este pasado domingo en el campamento de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, apunta a que posiblemente falleció a causa de las secuelas sufridas por un ataque con armas químicas.

El primer examen forense practicado no permite todavía llegar a una conclusión definitiva sobre las causas de la muerte, según informaciones de la agencia griega de noticias AMNA.

Los médicos, sin embargo, han detectado que la niña padecía una atrofia cerebral y presentaba en el cuero cabelludo una quemadura ya sanada, lo que alimentan la hipótesis de que fue víctima de un ataque con armas químicas.

Los facultativos han solicitado un examen histológico del cerebro con la esperanza de poder obtener claridad definitiva sobre las causas del fallecimiento.

En un principio se pensaba que la niña, que llegó el pasado martes a Lesbos junto a sus padres y cinco hermanos desde Turquía, padecía una grave enfermedad.

La primera información de los medios locales este domingo apuntaba a que los padres la habían traído desde Siria porque padecía una enfermedad grave y con la esperanza de poder encontrar tratamiento para ella en Europa.

La niña falleció el domingo por la mañana en el superpoblado campamento de Moria y aunque fue trasladada inmediatamente al hospital de Mitilene, la capital de la isla, los médicos tan solo pudieron certificar su muerte.

La familia había llegado a Lesbos en uno de los botes que arriban a diario desde la costa turca a las islas del mar Egeo.

El aumento de llegadas en los últimos meses ha provocado nuevos problemas de superpoblación en los campos de refugiados de estas islas, sobre todo en Lesbos, donde cerca de 6.000 personas se hacinan en dos campamentos con capacidad para tan solo la mitad.