«El análisis preliminar de la información registrada, y el examen de casos análogos ocurridos en el pasado permiten suponer que el factor que causó la situación extraordinaria durante el vuelo fueron los datos erróneos sobre la velocidad que aparecieron en las pantallas de los pilotos», señaló en un comunicado.
Los datos erróneos se deberían a la congelación de los sensores de velocidad, según los datos extraídos por los investigadores del análisis de las «cajas negras» recuperadas en el lugar del siniestro, en el que murieron las 71 personas que iban a bordo de la aeronave.
Según el MAK, el estudio del registrador de los parámetros de vuelo o «caja negra» mostró que los sistemas de calefacción de los tres medidores de presión total, que informan a los pilotos de la velocidad del avión, se hallaban desconectados.
Los datos del registrador señalan que 2 minutos y 30 segundos después del despegue comenzaron a producirse divergencias entre los indicadores de velocidad del piloto y el copiloto.
«Antes de la colisión contra el suelo el indicador del tablero del piloto comenzó a mostrar un brusco aumento de la velocidad, que en el momento choque era de aproximadamente 800 kilómetros por hora, mientras que el del copiloto era igual a cero», señaló el MAK en su comunicado.
Los expertos tendrán ahora que estudiar las grabaciones del registrador de voces para verificar las acciones de los pilotos y sus reacciones a la alarma de amenaza de colisión.
Además, se efectuará un análisis exhaustivo del sistema de calefacción de los medidores de presión de este modelo de avión para establecer qué tipos de fallos podrían presentar.
El avión siniestrado realizaba el vuelo regular 6W 703 entre Moscú y la ciudad de Orsk, en el sur de los Urales, y se estrelló pocos minutos después de despegar del aeropuerto moscovita Domodédovo. A bordo del AN-148 se encontraban seis tripulantes y 65 pasajeros, tres de ellos niños.
El AN-148 es un avión diseñado por la empresa aeronáutica ucraniana Antónov para cubrir rutas de media distancia, con una autonomía de vuelo de entre 2.200 y 4.400 kilómetros, en dependencia de su configuración. Con un coste unitario del orden de los 30 millones de dólares, el birreactor se fabrica en Ucrania y, bajo licencia, en Rusia.
El accidente aéreo de este domingo es el más grave ocurrido en Rusia desde el 25 de diciembre de 2016, cuando un Tu-154 se estrelló en el mar Negro, causando la muerte a sus 96 ocupantes.
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