En una visita a la zona limítrofe de California, Trump solicitó cerrar la puerta a los cientos de inmigrantes, muchos de ellos centroamericanos, que cada día llegan a la frontera y dicen tener miedo de ser perseguidos en sus países, con la esperanza de obtener asilo en EE.UU.
«El sistema está lleno, no podemos aceptarles ya, ya sea por asilo o lo que sea que quieren (los indocumentados). Lo siento, pero (que) den la vuelta», afirmó Trump durante un acto con agentes de la Patrulla Fronteriza y otras autoridades en El Centro (California).
«Ustedes no pueden aceptarles. Que vuelvan a México, y México les devolverá a su país», aconsejó Trump a los agentes.
El presidente parecía hacer alusión a un programa que su Gobierno comenzó a implementar este año, titulado «Protocolo de Protección de Migrantes», por el que las autoridades fronterizas han exigido a muchos inmigrantes centroamericanos que esperen en México a que se tramite su petición de asilo en EE.UU.
Pero la interpretación de Trump parece incluir la noción de que México podría deportar a sus países de origen a los indocumentados que esperan en su territorio la decisión de los tribunales migratorios de EE.UU., una idea que iría en contra de las leyes internacionales sobre asilo.
Antes de despegar rumbo a la frontera, Trump instó al Congreso a eliminar por completo el sistema de asilo en Estados Unidos y a deshacerse de la figura de los jueces de inmigración, que resuelven los casos de aquellos indocumentados que piden refugio.
«El Congreso tiene que (...) deshacerse de todo el sistema de asilo, porque no funciona. Y francamente, también deberíamos deshacernos de los jueces», afirmó Trump.
El mandatario alegó que el proceso es «una farsa» porque algunos miembros de bandas criminales lo aprovechan para solicitar asilo y denuncian que «tienen miedo, cuando son ellos los que causan miedo».
Trump también amplió sus amenazas a México, al asegurar en un tuit que está «pensando en imponer una penalización económica por los 500.000 millones de dólares en DROGAS ilegales que se envían y se trafican en México y a lo ancho de nuestra Frontera Sur».
Esa advertencia llegó el día siguiente de que Trump diera marcha atrás a sus amagos de cerrar la frontera con México esta misma semana, después que líderes empresariales y de su partido alertaran del grave daño económico que causaría esa medida.
En cambio, Trump señaló que daría un año a México para controlar las drogas y la inmigración, pero luego se desdijo y este sábado afirmó que la idea de que hubiera hablado de ese periodo es una «noticia falsa», a pesar de que él mismo lo anunció ante las cámaras.
Ahora, el presidente prefiere no hablar de plazos y ha amenazado directamente con imponer aranceles del 25 % a los automóviles procedentes de México en caso de que el país vecino deje de detener a los indocumentados que llegan a su frontera con Guatemala.
«Si por algún motivo México deja de detener y devolver a los ilegales a allá de donde vinieron, Estados Unidos se verá forzado a imponer aranceles del 25 % a los automóviles», tuiteó Trump.
Aunque no hay indicios de que el Gobierno mexicano haya cambiado su política migratoria en la última semana, Trump dio las gracias a México por ese supuesto endurecimiento de sus medidas contra los indocumentados, que atribuyó a su amenaza de cerrar la frontera.
En su visita al linde, Trump inspeccionó un tramo de vallado renovado el año pasado en Calexico (California) y auguró que, «en menos de dos años», su Ejecutivo habrá construido «más de 400 millas» (644 kilómetros) de muro.
El teniente general del cuerpo de ingenieros del Ejército, Todd Semonite, precisó que la cifra sería de «unas 450 millas (724 kilómetros) para diciembre de 2020», lo que permitiría cubrir una cuarta parte de la frontera entre Estados Unidos y México.
Para ello habría que sumar, a las 82 millas de vallado completadas hasta ahora, otras 97 que esperan construirse este año, y 277 más que se erigirán si Trump consigue desembolsar los fondos activados por su declaración de una emergencia nacional en la frontera, explicó Semonite.
7 comentarios
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Y sin despeinarse....estamos aaños luz...
En EEUU no mantienen a nadie, sea legal o ilegal. Salvo empleados públicos, las pensiones y los seguros medicos se pagan privadamente y dependen de empresas privadas, así que esa idea de las paguitas y las ayuditas solo es aplicable a España. A ver si viajamos un poquito, y aprendemos otro poquito, no mucho, porque algunas cabecitas no dan para mas
Haurien d'haver fet el mateix amb els seus padrins, quan emigraren als Estats Units.
La verdad..pones en una balanza lo malo y lo bueno de este hombre...y al final te lo quedas!! necesitamos uno similar urgente!!
Muy buen dicho...donde esta el problema?
No tiene porque sentirlo, se debe expulsar a todos los ilegales y castigar muy severamente a todo el que les ayude. Encima sr creen con derecho s caer en masa sobre un país exigiendo que les mantengan los del lugar... pero que se han creído? Si creen que dan lástima, pues van equivocados, pues ya la gente va dejando de ser tonta y ve claramente el transfondo del asunto....
Aquí necesitamos un Trump, para estos temas.