El presidente de Perú, Martín Vizcarra, aseguró en un mensaje en redes sociales que está «consternado» y envió sus condolencias a los familiares de García y a sus seres queridos.
Asimismo, el primer ministro, Salvador Del Solar, mandó sus condolencias «en estos momentos de dolor» a los familiares del exgobernante, a sus seres queridos y a los militantes del Partido Aprista Peruano (PAP).
También se pronunció el expresidente Ollanta Humala (2011-2016), enemigo político de García que se encuentra igualmente imputado en el caso Odebrecht junto a los exmandatarios Alejandro Toledo (2001-2006) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y que llegó a pasar nueve meses en prisión preventiva entre 2017 y 2018. «Mi familia y yo lamentamos el fallecimiento del expresidente Alan García Pérez. Respetemos el dolor de sus seres queridos», pidió Humala.
Asimismo, Toledo afirmó en redes sociales estar «fuertemente apenado» por la muerte García y también por el ingreso en un hospital de Kuczynski, ocurrido el mismo día. «Pensando en el Perú de hoy y del mañana. Sin rencores», añadió Toledo, cuya solicitud de extradición está pendiente de resolverse en Estados Unidos.
La líder del partido opositor Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien actualmente está en prisión preventiva por el caso Odebrecht, afirmó que desde su celda recibió «con mucha tristeza la noticia de la trágica partida del expresidente Alan García».
Desde la puerta del hospital donde se certificó la muerte de García, el portavoz del Partido Aprista, Mauricio Mulder, aseguró que este murió «en un acto de dignidad y honor».
«La decisión que ha tomado es una decisión de dignidad y honor, no permitiendo que quien ha sido dos veces presidente sea humillado y vejado por quienes quieren utilizarlo como un trofeo de carácter político», afirmó Mulder tras gritos a sus espaldas de «El Apra nunca muere» por parte de otros simpatizantes.
El portavoz aprista consideró que Alan García decidió morir ante la investigación que la Fiscalía mantenía abierta por los sobornos que la constructora brasileña Odebrecht pagó a altos funcionarios de su segundo Gobierno y cuyos indicios encontrados apuntaban directamente al expresidente.
Mulder calificó la investigación contra García como «una persecución fascista y enfermiza en la que se han confabulado sectores de la Fiscalía, la prensa oligárquica y los enemigos políticos».
El exministro de García y actual congresista Jorge Del Castillo también mandó un mensaje de unidad al partido «en este momento de profundo dolor» e invocó a una concentración en la noche frente a la sede de esta fuerza política.
La congresista aprista Luciana León escribió que García «ha partido para reencontrarse con el jefe Víctor Raúl Haya de la Torre», el fundador del Apra.
Alan García era investigado por la Fiscalía por los sobornos que la constructora Odebrecht pagó a altos funcionarios de su segundo Gobierno para obtener la adjudicación para construir la Línea 1 del Metro de Lima y cuyos indicios de los beneficiarios apuntaban directamente al expresidente.
El caso Odebrecht involucra los millonarios sobornos que la empresa pagó en una docena de países de Latinoamérica y en Perú la empresa no solo entregó dádivas sino que también hizo donaciones irregulares a las campañas electorales de los principales candidatos, motivo por el que también está en prisión preventiva Keiko Fujimori.
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