Imagen de archivo de refugiados, llegando a las costas griegas. | ALKIS KONSTANTINIDIS - REUTERS -

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Una refugiada de 65 años murió este viernes durante su intento de llegar desde la costa de Turquía a la isla griega de Samos en un bote en el que viajaba junto a otras 13 personas, anunció la Guardia Costera helena.

Los guardacostas pudieron rescatar a los tripulantes en el mar, ya muy cerca de la playa, pero hallaron el cuerpo sin vida de la mujer en la embarcación, lo que apunta a que falleció de muerte natural durante el trayecto.

En los últimos meses ha habido un nuevo repunte de llegadas a Grecia y, según datos de ACNUR, actualmente arriba diariamente un promedio de 200 personas.

El Gobierno griego atribuye el repunte de llegadas a un cambio de actitud de Turquía y el Ministerio de Migración está preparando un amplio plan para gestionar la situación.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó este jueves con «abrir las puertas» y dejar pasar hacia Europa a los refugiados que están en su país, a no ser que la Unión Europea (UE) dé ayuda económica y logística para reasentar a un millón de sirios en una «zona segura», que Ankara quiere crear en el norte de Siria.

El representante de ACNUR en Grecia, Philippe Lecrec, por su parte, que visitó estos días el campamento de registro de Moria en la isla de Lesbos, calificó la situación de «preocupante» y destacó que «no hay soluciones fáciles».

En una entrevista publicada este viernes por la agencia de noticias griega AMNA, Leclerc recalcó que actualmente hay más de 7.000 personas en los campos de las islas que podrían marcharse pero que no lo hacen porque no hay suficiente capacidad de acogida en la parte continental del país.

Añadió que «no es fácil crear nuevos centros de acogida» en unas semanas o en unos meses, tampoco contratar más pisos, porque no hay disponibilidad.
El representante de ACNUR señaló además que la agencia ha propuesto ofrecer a los que pueden abandonar las islas una ayuda económica y dejar en sus manos la tarea de buscar alojamiento.

En los centros de registro de las islas del Egeo, con capacidad de acogida para apenas 6.000 personas, viven actualmente más de 20.000 refugiados.