En el certificado de defunción, según la fundación, se indica que murió por un fallo respiratorio agudo, asma severa y por la exposición a la contaminación del aire. | Archivo

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Un tribunal de Reino Unido ha dictaminado que la contaminación del aire fue una de las causas de la muerte en 2013 de Ella Kissi Debrah, una niña de nueve años de edad que vivía cerca de una carretera concurrida en Londres, según informa Fundación Europea para el Clima, que añade que este caso se ha convertido en el primero del mundo que señala a la contaminación como responsable de un fallecimiento.

El juez de instrucción recabó datos sobre los niveles de contaminación del aire cerca del domicilio de la niña y descubrió que superaban los límites legales de la UE establecidos por las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante los tres años anteriores a su muerte.

Según informa Fundación para el Clima, el juez de instrucción declaró que no se cumplió con la reducción del nivel de dióxido de nitrógeno (NO2) y ello posiblemente contribuyó a su muerte. También declaró que la falta de información dada a la madre de Ella, posiblemente también contribuyó a su muerte.

Por su parte, la madre de Ella, Rosamund, testificó durante la investigación y comentó que su hija había sido llevada al hospital unas 28 veces en su vida después de sufrir ataques de asma y convulsiones agudas. Así pues, en el certificado de defunción, según la fundación, se indica que murió por un fallo respiratorio agudo, asma severa y por la exposición a la contaminación del aire.

En este sentido, la organización internacional Transport & Environment (T&E en inglés- Transportes y Medio Ambiente) estima que el aire contaminado provoca unas 40.000 muertes en Reino Unido cada año aunque lamenta que el fallecimiento hubiera sido evitable si los Gobiernos se hubieran centrado en una nueva ley de contaminación del aire.

«Hoy en día, los niveles de contaminación atmosférica en las ciudades de Reino Unido y de toda Europa siguen estando por encima de los valores estipulados por las instituciones europeas, lo que sigue poniendo en peligro la salud de la sociedad», ha denunciado el director del grupo ecologista T&E, Greg Archer.

Por último, la directora de medio ambiente, cambio climático y salud de la OMS, María Neira, ha reconocido que este caso «sienta un precedente mundial» al reconocer al «verdadero» culpable de la muerte de la niña.

«Su valiente campaña ha dado un hermoso rostro humano a la devastación que la contaminación atmosférica causa a millones de vidas en todo el mundo. Ningún alcalde de la ciudad o ministro del gobierno debería poder decir «no lo sabíamos». Todos tenemos que luchar por un aire limpio, por nuestros hijos y por todos nosotros», ha subrayado.