El pánico se ha apoderado de la ciudad de Kiev. Las alarmas antiaéreas y las sirena de los equipos de emergencias no han parado de sonar en medio del miedo e incertidumbre de sus habitantes. El inicio de la invasión rusa sobre Ucrania ha desencadenado un movimiento masivo de civiles en ciertas zonas del país donde se han visto desde primera hora de la mañana colas en gasolineras y colapsos en las principales carreteras para huir de la guerra.
En Kiev, de madrugada ya empezaron a sonar las alarmas que advertían de una amenaza inminente, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarase en un discurso a la nación que daría el paso definitivo para ayudar a los rebeldes separatistas que controlan gran parte del Donbás. En la capital, se han registrado importantes atascos en las salidas hacia el norte, según la agencia de noticias UNIAN, que ha informado de que las fuerzas de seguridad comprueban uno a uno todos los vehículos. Por su parte, las autoridades locales han negado que se estén bloqueando las salidas. Uno de los principales puntos de colapso estarían siendo las gasolineras, y no solo en la capital, con largas colas que complican el suministro y que han aumentado a medida que iban llegando las noticias sobre ataques y explosiones.
En cuanto a los hoteles muchos de ellos están cerrando y evacuando a sus clientes. Muchos de los huéspedes se encuentran desde primera hora de la mañana en la calle buscando una forma de regresar a casa y abandonar la ciudad. En los locales de alimentación y farmacias, así como en los bancos, también se han aculado cientos de ciudadanos en busca de previsiones.
Los organismos de gestión del transporte han anunciado que habrá aviones y trenes para evacuar a la población en Lugansk, Donetsk y Odesa, consideradas las tres regiones más en peligro. Inicialmente, no han revelado detalles sobre estos traslados por motivos de seguridad, informa UNIAN. En Berdiansk, a orillas del mar Azov, la gente también ha comenzado a salir ante el temor de que la guerra pueda alcanzarles, ha explicado la directora del puerto comercial, Olga Saminina. «Confiamos en nuestro Ejército y en nuestro país», ha dicho en un mensaje de texto recogido por la agencia de noticias Bloomberg.
La salida por aire de Ucrania se ha complicado igualmente en las últimas horas. La institución que gestiona el tráfico aéreo ha confirmado que todo el espacio de Ucrania está cerrado por el temor a ataques, por lo que por ahora permanecen «suspendidos» los vuelos civiles, según la BBC. La guerra desatada en 2014 en el este de Ucrania ya había generado 1,5 millones de desplazados internos y tanto la ONU como gobiernos occidentales habían advertido de que la cifra aumentaría si finalmente Putin daba el paso que ha anunciado esta noche.
Por otra parte, cientos de ucranianos se han dirigido a la frontera con Eslovaquia para intentar entrar en este país de la Unión Europea. Desde primeras horas de la mañana se han formado atascos, en algunos de hasta cuatro horas, para cruzar la frontera en los puntos de Ubla y Vysné Nemecké. En dichos pasos los conductores han tenido que esperar entre dos y cuatro horas, mientras que los peatones lo han hecho más de una hora, precisó la emisora eslovaca. La Policía de fronteras ha asegurado que facilitará datos sobre el flujo de vehículos y personas en la frontera, ya que ahora no está en condiciones de afirmar si ha habido un aumento inusual del tráfico entre ambos países.
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