Pekín considera que la reacción de las autoridades estadounidenses fue exagerada. | Reuters

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El Gobierno de China ha confirmado que el globo detectado en América Latina es suyo, aunque de nuevo ha insistido en las buenas intenciones de un proyecto que tiene tan solo «propósitos civiles» y de observación y predicción del clima. La cuestión ha centrado el interés en materia de política internacional en las últimas horas, y el derribo del misterioso artefacto a cargo de las fuerzas estadounidenses sobre el océano Atlántico tras surcar su espacio aéreo se produce en un momento complicado de las relaciones entre China y Estados Unidos, y en general, una coyuntura convulsa en las relaciones internacionales.

Si la cumbre de Davos propició un acercamiento relativo entre Washington y Pekín que pretendía equilibrar la eterna dicotomía de ambas superpotencias entre competir y cooperar, vuelve ahora el enfriamiento de la mano de estos globos supuestamente inofensivos y desviados de su rumbo por las condiciones del viento. Así, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, ha refrendado este lunes que el globo mencionado entró «por error» en el espacio aéreo de varios países, entre ellos Colombia.

La representante del régimen chino afirma al respecto que este respeta los preceptos del Derecho Internacional, y «no representa ninguna amenaza para ningún país». A preguntas sobre los motivos exactos de la pérdida de control de varios globos en tan corto periodo de tiempo, la responsable afirmó no ser una experta en la materia, antes de catalogar como «inaceptable e irresponsable» la decisión adoptada por las autoridades estadounidenses frente a lo que Pekín considera un «incidente aislado», según la agencia Bloomberg.

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La respuesta de la administración Biden no se ha hecho esperar, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha aplazado la visita a China programada para finales de esta semana tras la «clara violación» de la soberanía estadounidense. Los problemas para la ciudadanía norteamericana fueron mayúsculos, especialmente por el cierre de amplias franjas del espacio aéreo por motivos de seguridad este pasado fin de semana.

US Secreatary of State Blinken and South Korean Foreign Minister Park Jin in Washington

Del mismo modo, Corea del Sur ha detectado en las últimas horas la entrada de un globo aerostático de origen aparentemente norcoreano en su espacio aéreo, aunque no lo consideraron una amenaza para su seguridad. La incidencia se produce en plena crisis de los supuestos ‘globos espía' y en un momento de especial beligerancia en el sudeste asiático, con constantes repuntes de la tensión con respecto a la soberanía de Taiwán.

Estos días una delegación de parlamentarios suizos de visita en Taipéi ha reivindicado una «resolución pacífica de las diferencias a través del Estrecho» durante una reunión con la presidenta isleña, Tsai Ing-Wen. Según Fabian Molina, del Partido Socialdemócrata suizo, «es absolutamente fundamental que las diferencias y tensiones existentes entre ambos lados del Estrecho se resuelvan de forma pacífica y dialogada». «Cualquier otro desenlace sería inaceptable».

En paralelo Estados Unidos refuerza su presencia en Filipinas, un socio fundamental en la estrategia de seguridad internacional de la potencia occidental en el actual repunte de la tensión en la zona. Los continuos ensayos armamentísticos de Corea del Norte no ayudan a que las aguas vuelvan a su cauce, y ya hay voces que advierten que la estrategia china frente a la Covid le ha hecho perder peso específico en el continente. En plena invasión rusa de Ucrania, además, hay quien hace hincapié en que el supuesto «globo espía chino» sobrevoló el estado de Montana, donde se encuentra uno de los tres campos de silos de misiles nucleares existentes en territorio estadounidense.