Concentración convocada en Madrid con motivo de la jornada electoral. | Efe - Rodrigo Jiménez

TW
2

El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes en un punto, hasta el 2,5 %, su previsión de crecimiento para España este año y recalcó la importancia de la estabilidad política.

«En general la inestabilidad nunca es buena para la economía pero creo que tenemos que esperar y ver cómo acaba el proceso y hacia dónde quiere ir el pueblo español con los resultados de estas elecciones», dijo el director del Departamento de Investigación del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, en una entrevista con EFE con motivo de la revisión de las previsiones económicas mundiales.

En dicha revisión, el Fondo mantiene en el 2 % su previsión de crecimiento económico para 2024.

La economía mundial crecerá un 3 % este año, según el FMI, que aunque mejora sus previsiones anteriores, cree que este avance es aún «débil» y avisa de riesgos globales como la persistente inflación, futuras vulnerabilidades en el sistema financiero o que China crezca menos de lo esperado.

En el informe de revisión de sus perspectivas económicas mundiales, publicado este martes, el FMI ha mejorado en dos décimas con respecto a abril su previsión de la economía global para 2023, mientras que para 2024 mantiene la misma estimación y calcula también un crecimiento del producto interior bruto (PIB) mundial del 3 %.

El Fondo celebra el fin de la pandemia de la Covid-19 y la recuperación de las cadenas de suministro, y también valora que se resolvieran cuestiones como el acuerdo sobre el techo de la deuda estadounidense o las crisis bancarias en Estados Unidos y Suiza sin que el sistema financiero en general se viese afectado. Pero advierte de que las «fuerzas» que «dificultaron» el crecimiento en 2022 «persisten» también este año, sobre todo la inflación.

Pese al abaratamiento de la energía y los alimentos, la inflación subyacente -que excluye esos dos grupos- sigue alta y obliga a los bancos centrales a mantener su política monetaria restrictiva. Además, el Fondo señala en su informe que los alimentos y la energía podrían encarecerse de nuevo por la guerra de Ucrania, sobre todo por la reciente suspensión por parte de Rusia del acuerdo que permitía la salida por mar del grano ucraniano.