Daños tras un bombardeo israelí en una zona para refugiados en Gaza. | Reuters - HAITHAM IMAD

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El Ministerio de Exteriores israelí emitió un comunicado tildando de «falso y basado en mentiras» el informe de Amnistía Internacional difundido este jueves, el cual concluye que Israel «ha cometido y sigue cometiendo un genocidio» en Gaza. «La deplorable y fanática organización Amnistía Internacional ha producido de nuevo un informe fabricado que es enteramente falso y basado en mentiras», recogió el comunicado del ministerio.

Exteriores reiteró que es Hamás quien lanzó una «masacre genocida» el 7 de octubre de 2023, con el ataque en el que milicianos gazatíes mataron a casi 1.200 personas y secuestraron a otras 251 en territorio israelí. «Desde entonces, los ciudadanos israelíes han sufrido ataques diarios desde siete frentes distintos», alegó el ministerio. Los siete frentes a los que habitualmente se refieren las autoridades israelíes son Gaza y Cisjordania, contra las milicias palestinas; Líbano, donde a pesar de haber acordado un alto el fuego Israel continúa atacando al grupo chií Hizbulá; Siria, Irak y Yemen, desde donde milicias proiraníes disparan ocasionalmente cohetes hacia el Estado hebreo; e Irán, con el que Israel ha vivido dos importantes escaladas culminadas en un intercambio de fuego este año.

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Amnistía publicó un informe titulado 'Es como si fuéramos seres infrahumanos: El genocidio de Israel contra la población palestina de Gaza', que asegura tener «elementos suficientes para concluir que Israel ha cometido y continúa cometiendo genocidio», un crimen difícil de demostrar legalmente porque requiere probar la «intencionalidad» de cometer una limpieza étnica parcial o total de una población. La secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard, advirtió de que Israel ha tratado a la población palestina de Gaza como «un grupo infrahumano que no merece derechos humanos ni dignidad» y subrayó que el informe concluye «de forma inequívoca» la intencionalidad genocida de Israel.

«Israel ha sostenido reiteradamente que sus acciones en Gaza son legítimas y están justificadas por su objetivo militar de erradicar a Hamas, pero la intención genocida puede coexistir con los fines militares y no tiene por qué ser la única intención de Israel», añadió Callamard. Israel, dice, es «consciente del daño irreparable que estaba causando» a los palestinos de Gaza. Además, les impuso unas condiciones de existencia que generaron «una mezcla mortal de desnutrición, hambre y enfermedades» y dejaron a la población palestina expuesta a «sufrir una muerte lenta y calculada», subraya Amnistía, que señala que también se sometió a «centenares de gazatíes a detención en régimen de incomunicación, tortura y otros malos tratos».

Desde que la guerra en el devastado enclave comenzó hace casi 14 meses, más de 44.500 palestinos han muerto (el 70 % mujeres y niños) por los ataques israelíes, mientras que las autoridades estiman en unos 11.000 los desaparecidos, probablemente cadáveres que siguen entre los escombros o tirados en espacios abiertos sin que los equipos de rescate puedan acceder a ellos. Además, desde hace más de 60 días Israel lleva a cabo un asedio en el norte de Gaza, en las localidades de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun, que ha causado 3.700 muertos y desaparecidos y agravado la ya aguda crisis humanitaria que afectaba a la zona. El cerco militar ha forzado el desplazamiento de cerca de 100.000 personas del área asediada, mientras crece el temor a que Israel esté preparando el terreno para ocupar el norte de Gaza en un futuro.