Trudeau nunca pudo escapar de su destino y este lunes anunció un dimisión tras nueve años en el poder, desde abril de 2013 como líder del Partido Liberal y desde octubre de 2015 como primer ministro, con lo que se ha convertido en uno de líderes canadienses contemporáneos que más tiempo ha permanecido en el poder y uno que ha marcado una era en el progresismo del país.
En abril de 1972, cuando Justin Trudeau sólo tenía cuatro meses de edad, el entonces presidente de Estados Unidos, el ahora infame Richard Nixon, realizó una visita de Estado a Ottawa. En una gala en el Centro Nacional de Artes de Ottawa y ante Pierre Elliot Trudeau, entonces primer ministro de Canadá, y su esposa, Margaret, Nixon se levantó para ofrecer un brindis a sus anfitriones. «Esta noche, prescindiremos de las formalidades. Me gustaría brindar por el futuro primer ministro de Canadá, Justin Pierre Trudeau», declaró Nixon. A lo que Pierre Elliot Trudeau replicó: «Espero que tenga la gracia y habilidad del presidente».
La profecía de Nixon se cumplió en octubre de 2015. La de Pierre Elliot Trudeau es una cuestión que discutirán los politólogos e historiadores.
Pero la dimisión este lunes de Trudeau se produce en medio de un grave crisis política y con la imagen del político canadiense por los suelos tras algo más de nueve años al frente del Gobierno de Canadá.
Las circunstancias de la salida de Trudeau, empujado por las encuestas y sus propios compañeros del Partido Liberal, son diametralmente opuestas a las que le llevaron al poder.
Cuando Trudeau se convirtió en 2013 en el líder de los liberales, el exmaestro de instituto llegó como un salvador angélico, el único capaz de rescatar a un partido al borde de su desaparición.
Trudeau cumplió y sólo dos años después, en octubre de 2015, con 43 años, derrotó en las elecciones generales al entonces primer ministro, el líder conservador Stephen Harper, con un mensaje jovial, optimista y positivo que le otorgó la mayoría de la Cámara Baja del Parlamento.
Cuando el 4 de noviembre Trudeau tomó posesión del cargo, el hijo mayor de Pierre Elliot Trudeau y Margaret Sinclair cumplió su destino al volver a 24 Sussex Drive, la residencia oficial en Ottawa del primer ministro canadiense y en la que creció junto con sus dos hermanos.
Fiel a su estilo, el primer acto público Trudeau tras jurar el cargo de primer ministro de Canadá fue una sesión virtual de preguntas y respuestas con los niños de cinco escuelas canadienses.
Poco después, Trudeau desveló los nombres de su primer gabinete en el que por primera vez en la historia del país, había el mismo número de ministras y ministros. Cuando los periodistas le preguntaron por el significado del gesto, respondió de forma elegante y contundente: «Porque es 2015».
Trudeau ganaría otras dos elecciones, en 2019 y 2021, pero nunca con el lustre de la primera. Desde 2019, el Partido Liberal gobierna en minoría y sólo gracias a las particularidades del sistema electoral canadiense conocido como escrutinio mayoritario uninominal.
Tras las elecciones de 2021, Trudeau se encontró aislado de las realidades del país, según un gran número de comentaristas políticos, incapaz de conectar con el electorado que sufre las consecuencias de una fuerte subida del coste de la vida, la carencia de viviendas asequibles y el empeoramiento de los servicios sociales.
Muchos, incluido el propio Partido Liberal, considera que gran parte de los males que aflijen al país son consecuencia de las políticas migratorias de Trudeau que han permitido la llegada de millones de personas al país sin preparar de forma adecuada para el flujo migratorio.
Las tensiones internas estallaron el pasado 16 de diciembre, cuando su viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, anunció de forma inesperada su dimisión, algo que ha acelerado el fin de la era Trudeau y un proceso de sucesión que culminará en elecciones, probablemente en octubre.
Paradójicamente, esto ha provocado que se repita lo que sucedió a Pierre Elliot Trudeau en febrero de 1984 cuando el entonces primer ministro, acosado por su partido y las encuestas, anunció su dimisión tras un paseo por las calles nevadas de Ottawa.
8 comentarios
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Enhorabuena Canadá, otro woke menos.
Me alegro mucho , lástima que no lo hiciera antes. Este tipejo y sus políticas han hecho un daño enorme la sociedad y a su país.
Normal en cualquier democracia. Ojalá pasara lo mismo en Rusia, Corea del Norte, China.... Mucho quejarnos de los líderes democráticos pero nosotros al menos sabemos que todos tienen una caducidad y que el pueblo es soberano.
La realidad es tozuda y se acaba imponiendo, la gente ha acabado con las narices hinchadas de la cultura woke y el progresismo flower power, que lo único que han conseguido es una degradación de una sociedad y sus costumbres, un empobrecimiento de la gente, una inflación disparada, una inseguridad ciudadana en ascenso. Toda esta caterva de políticos mediocres de la cultura woke van cayendo por el artazgo de la gente.
¿Nixon infame? ¿por mentir y DIMITIR? Pedro ¿qué va después de infame?
Pedro, aprende.
Vull citar, literalment el que em pareix més important d'aquest article: "...electorado que sufre las consecuencias de una fuerte subida del coste de la vida, la carencia de viviendas asequibles y el empeoramiento de los servicios sociales. Muchos, incluido el propio Partido Liberal, considera que gran parte de los males que aflijen al país son consecuencia de las políticas migratorias de Trudeau que han permitido la llegada de millones de personas al país sin preparar de forma adecuada para el flujo migratorio." Com no comencem a entendre que aquí hi ha un problema deixarem el problema en mans de la ultradreta i vox i això, ja varem veure el segle passat on ens durà.
A ver si así cambia el rumbo de Canadá, ahora mismo el país más "woke" del mundo.