Joe Biden visita Nueva Orleans tras el ataque. | Kevin Lamarque

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó este lunes la ciudad de Nueva Orleans para reunirse con las familias de las víctimas del ataque terrorista ocurrido en la madrugada del pasado 1 de enero y en el que murieron 14 personas.

El mandatario, acompañado por la primera dama, Jill Biden, tenía previsto asistir a un servicio interreligioso en la histórica Catedral de San Luis, situada a pocos pasos del lugar del ataque, así como mantener una reunión privada con las familias afectadas. Además, según informó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, Biden también esperaba encontrarse con los equipos de emergencia que respondieron al trágico incidente.

«El presidente va a estar ahí para apoyar a la comunidad en sus momentos más difíciles», declaró Jean-Pierre a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One rumbo a Nueva Orleans. El ataque tuvo lugar en la concurrida calle Bourbon Street, cuando un hombre condujo a gran velocidad una camioneta, matando a 14 personas y dejando heridas a más de 30 antes de morir en un enfrentamiento con la policía.

Las autoridades identificaron al atacante como Shamsud-Din Jabbar, de 42 años, un ciudadano estadounidense que, según las investigaciones, estaba inspirado en el grupo terrorista Estado Islámico. El FBI ha clasificado el incidente como un acto de terrorismo y cree que Jabbar actuó en solitario.

Esta podría ser la última ocasión en la que Biden visite como presidente el escenario de una tragedia para consolar a las familias de las víctimas, una labor que suelen desempeñar los jefes de Estado y que él mismo considera esencial en su labor.

Jean-Pierre destacó que Biden «entiende profundamente el dolor de la pérdida» y que considera fundamental estar al lado de las familias afectadas en momentos tan difíciles.

El mandatario ha demostrado una empatía especial en este tipo de situaciones, algo que se ve reflejado en su propia experiencia personal con la pérdida: en 1972, su primera esposa y su hija de un año fallecieron en un accidente de tráfico, y en 2015 enfrentó la muerte de su hijo Beau, víctima de un cáncer cerebral.

El pasado jueves, Biden ya se pronunció sobre el ataque en un discurso televisado desde Camp David. «A todas las familias de quienes murieron, a todos los heridos, a toda la gente de Nueva Orleans que hoy está de luto, quiero que sepan que estoy con ustedes en su dolor. Nuestra nación está de luto con ustedes», expresó entonces.

El Gobierno federal ha anunciado medidas adicionales de seguridad, que incluyen perros rastreadores de explosivos, para Nueva Orleans para los próximos meses. La ciudad, que esta semana inició las celebraciones del Mardi Gras, será sede en los próximos meses de numerosos eventos, incluido el Super Bowl, que se celebrará el 9 de febrero.