Hace doce años, cuando la educación balear era competencia del
Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el entonces titular de
este departamento y los representantes sindicales en el territorio
MEC acordaron que los miembros de la Junta de Personal Docente
tuvieran un crédito horario para poder asistir a las reuniones, por
lo que quedaban liberados de la labor docente.
«Se decidió seguir con el método de agrupar las horas sindicales
en una serie de personas, en concreto, por cada tres representantes
en la Junta de Personal se tiene un liberado y por cada 5% de votos
otro, de modo que el resultado corresponde con el número de
delegados en la Junta de Personal Docente», explica Javier Cubero,
director general de Personal de la Conselleria d'Educació.
En opinión del director general de Personal la relación entre el
número de profesores y liberados «no es exagerada, al contrario, es
más bien baja, ya que sólo hay 33 liberados en un colectivo de
7.200 profesores», señala Cubero.
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