El conductor de un Vespino que transitaba por el lugar donde se
produjo el reventón de la tubería fue el primero en dar la voz de
alarma. Eran, aproximadamente, las tres de la madrugada cuando la
carretera que une Génova con Sant Agustí se vio inundada por la
fuerza de miles de litros de agua que brotaban con fuerza del tubo
roto. En breves minutos, según relataron a este diario testigos
presenciales, la zona quedó totalmente anegada por el líquido
elemento. Tres coches quedaron atrapados y los sótanos de algunos
hoteles de Cala Major resultaron inundados.
«El agua corría sin cesar y tuvimos que llamar a los bomberos»,
dijo uno de los testigos. Avisados por la policía, los técnicos de
EMAYA procedieron a cortar el suministro, circunstancia que los
vecinos afectados empezaron a detectar a primeras horas de la
mañana de ayer. Las consecuencias de la avería se dejaron sentir en
miles de hogares de Palma y Calvià y, también, en restaurantes y
cafeterías. EMAYA tuvo que reforzar su servicio de atención
telefónica debido a las innumerables llamadas recibidas a lo largo
de todo el día. Los negocios de la oferta complementaria de Génova,
una zona especializada en bares y restaurantes, fueron los
principales afectados por el corte del suministro de agua.
Los futbolistas no se ducharon
Los dirigentes del Génova, equipo de fútbol que milita en la
Tercera División balear, estaban ayer desesperados. Por la tarde,
visitaba el campo el Atlético Ciutadella y los 22 jugadores y el
trío arbitral no tenían garantizada la ducha debido al corte del
suministro de agua. «Para nosotros es una auténtica tragedia",
explicó el vicepresidente de la entidad, Joan Aloy" ya que se trata
de un partido oficial y los jugadores tienen que ducharse, sobre
todo, si éstos tienen que coger un vuelo de regreso a Menorca, como
ocurre en este caso».
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