Montse Fuster y Fernando Rey, en la terraza de Son Roca. Foto: Click.

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Amadip ha visto hecho realidad su sueño: contar con un gran espacio para reunir a su gente y realizar sus numerosas actividades. Nos referimos a Son Roca, la finca que fuera propiedad del general Weyler y que legó a Cort.

Ayer por la mañana estuvimos en aquel lugar con Montse Fuster y Fernando Rey, presidenta y gerente de Amadip, respectivamente, quienes en un instante nos pusieron al corriente de cuanto se pretende hacer allí a corto y a medio plazo.

Ante todo, entre 1999 y el 2001 se llevará a cabo la primera fase, consistente en construir en los terrenos de los alrededores de la casa "a la izquierda, según se mira" una serie de naves agrícolas, el comedor y las distintas aulas de jardinería autóctona, «donde los chicos, desde el primer instante, comenzarán a trabajar; incluso comenzarán a trabajar desde el momento en que se inicien las obras, por ejemplo, colocando los distintos canales para los riegos por aspersión».

Construir todo esto costará alrededor de los ciento ochenta millones de pesetas que prácticamente está financiados a través del Govern, ONCE, Amadip y el Ajuntament, que en esta etapa se encargará del acarreo de todo el material a pie de obra y construcción de accesos desde la autopista que atraviesa la finca, hasta las distintas dependencias de que constará ésta.