El conseller de Medi Ambient, Miquel Ramis, anunció ayer que las
directrices de ordenación del territorio prohibirán la construcción
de las urbanizaciones que supongan la creación de un nuevo núcleo
de población, además de aquellas que se encuentren a menos de 500
metros del mar.
El conseller anunció que tan sólo se salvarán aquellas
urbanizaciones que ya hayan iniciado las obras antes de la
aprobación de las directrices, prevista para el próximo mes de
abril. Esta medida tan radical del Govern no tendrá en cuenta ni
siquiera el grado de tramitación de las nuevas urbanizaciones,
hasta el punto de que incluso se impedirá la edificación de
aquellas que tengan aprobado el proyecto de urbanización pero aún
no hayan comenzado las obras.
El conseller aseguró que esta propuesta "que va mucho más allá
de los términos que recogen las moratorias del Govern y del
Consell" traerá consigo el pago de indemnizaciones a los promotores
que no hayan iniciado las obras. Miquel Ramis admitió que el Govern
desconoce la cantidad a la que puede elevarse el pago de estas
indemnizaciones «porque no tenemos calculadas cuántas
urbanizaciones están en esta situación».
Además de estas medidas que afectan directamente a las
urbanizaciones que ahora están en proyecto, el conseller de Medi
Ambient anunció que, como norma general, el Govern ampliará de 100
a 500 metros la franja de protección del litoral. En las zonas
turísticas se fija una zona de protección de mil metros para evitar
también nuevas urbanizaciones.
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