El roscón de Reyes hace apenas una década que se implantó. Foto: JUAN VALLÉS.

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El carbón y el roscón son dos especialidades dulces vinculadas a la festividad de Reyes, que gozan de gran aceptación entre el público.
El primero "que por tradición se conforma para los mayores en el argumento intimidatorio para que los pequeños se porten bien, también en objeto de broma para los mayores" se puede adquirir ya en numerosas pastelerías de Palma y en la Part Forana a un precio que oscila entre las 900 y las 1.100 pesetas kilo.

En muchos casos, este dulce elaborado a base de azúcar que se tiñe de forma artesanal con fum de estampa no suele consumirse y queda en los hogares rossegant, ya que al comerlo tiñe de fuerte color gris los labios y la boca. Desde hace apenas una década se ha ido implantando en la Isla el denominado roscón de Reyes, de origen francés. Este rosco no se distingue por ser un sabroso pastel sino, como su nombre indica, es una rosca sencilla que sirve para acompañar al chocolate o el café con leche.

Su presentación a la venta resulta colorista y espectacular pues incluye una corona real en papel dorado y una tarjeta de Sus Majestades en al que se imprimen unas estrofas que señalan a la tradición: «I diu la tradició que el comensal/ que en un tros de tortell/ trobi la figureta, serà coronat rei/ amb gran alegria de tothom/ en canvi el que trobi la fava/ li tocarà pagar tan boníssim postre.