La Conselleria de Turisme está tramitando los primeros proyectos de
intercambios de plazas hoteleras antiguas por nuevas para construir
tres complejos turísticos ubicados en Port de Andratx, Port de
Pollença y Platges de Muro, que suman en total unas mil camas.
Los tres proyectos presentados por empresarios turísticos de la
Isla cumplen los requisitos marcados por la ley que regula la
moratoria turística, cuya filosofía y contenido está recogidos en
el proyecto de la Ley General de Turismo aprobado por el Consell de
Govern a mediados del pasado mes de diciembre.
Fuentes de la Conselleria de Turisme puntualizaron ayer que los
tres proyectos, «conllevan el derribo hoteles y apartamentos
antiguos, que es requisito imprescindible para poder construir en
estos momentos un nuevo hotel en Mallorca, Menorca, Eivissa y
Formentera. Los tres proyectos han cumplimentando todos los
trámites administrativos que se exigen y se van a ejecutar en
consecuencia a corto plazo».
El primer proyecto que entró en la Conselleria de Turisme
respetando los criterios de la moratoria turística fue la
construcción de un hotel de cuatro estrellas en el Port de
Pollença: «Su promotor nos presentó la documentación preceptiva en
la cual se recogía que para levantar el nuevo hotel, de unas 140
plazas, se iba a derribar el hotel Caroti, también ubicado en el
Port de Pollença. El segundo proyecto, esta vez ubicado en el Port
d'Andratx, implica la construcción de otro hotel de cuatro
estrellas, con capacidad para 60 plazas, que supone el derribo de
unos apartamentos antiguos en la misma zona».
El tercer proyecto corresponde al presentado por la sociedad
Covilla SA, perteneciente al presidente del grupo Globalia (Air
Europa, Viajes Halcón y Travelplan), Juan José Hidalgo: «Para la
construcción de un hotel de cinco estrellas en primera línea de
Platges de Muro, con capacidad para 800 camas, sus promotores
presentaron la propuesta del derribo del hotel Marinela de Ciutat
Jardí».
Acuerdo total entre las patronales hoteleras y
Turisme
La Conselleria de Turisme y las patronales hoteleras de las Islas
tienen prácticamente ultimado los cambios que se introducirán en el
proyecto de la Ley de Turismo vía parlamentaria. Los dos puntos más
conflictivos, como el de los intercambios de plaza vieja por nueva
y los planes de modernización, «han logrado clarificarse en el
articulado del proyecto de ley. Las apreciaciones realizadas han
sido aceptadas, ya que la mayoría se trataban de cuestiones
semánticas para evitar futuras malas interpretaciones».
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