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En primer lugar, la mañana carnavalera mermó afluencia de compradores de rosas a la Rambla; por la tarde, la Rambla quedó en familia debido a que la Rua tiene un gran tirón y, encima, estaba el fútbol en la tele de pago.

"Para colmo "nos decía una de las vendedoras", pagando los mismos impuestos que los grandes espacios, éstos, al tener mayor variedad de plantas, venden más.

Claro que, como en las ferias, en lo de la venta de plantas y ramos para San Valentín cada cual contó la cosa según le fue, que una vez hecho el cómputo global pudo quedar muy bien en aquello tan manido de ni mal, ni bien, sino todo lo contrario... aunque que pudo haber ido mejor, incluso a pesar de la competencia de las grandes superficies, si la celebración hubiera llegado en cualquier día de la semana menos el de ayer. ¡Qué le vamos a hacer! ¡Ah! Sin duda alguna, la reina de las flores de San Valentín fue la rosa... colombiana, a 500 pesetas unidad. Y el resto, al mismo precio que el de otros días.