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«Mi hija fue a Chile con otros cooperantes para ver el desarrollo e inversión del dinero recaudado para ayudar a los pueblos indios mapuche y arauca. Siempre ha actuado desde un punto de vista humano y nunca con una visión política, de ahí que cuanto antes acabe este proceso, sobre el cual ya la prensa chilena ha tergiversado algunos hechos, mejor para todos», señalaba ayer la madre de la menorquina Patricia Ballesteros, María Vidal, ante el anuncio de la expulsión de su hija de Chile por participar en una manifestación no autorizada en contra de la construcción de dos embalses en Tenuco y Concepción.

La Delegación de Gobierno en Balears indicaba ayer que los datos recabados por la Oficina de Información Diplomática (OID) señalan que Patricia Ballesteros, de 19 años y miembro del Comité de Solidaridad con los Pueblos de América, entró en Santiago de Chile como turista y que a raíz de su participación en la manifestación no ha estado detenida sino que estuvo retenida mientras se tramitaba su expulsión.

María Vidal explicaba al respecto que su hija se encuentra en estos momentos a la espera del recurso de amparo: «Patricia pertenece al Fondo Menorquín para ayuda a América y partió hacia Chile el pasado cinco de enero, junto a otros compañeros de esta organización, para ver la situación actual de los mapuches, que se trata de una etnia muy discriminada y que lucha para conseguir que no se expropien las tierras en donde se ubican. Se trata pues de una inquietud humana y hasta ecológica lo que ha motivado que mi hija fuera a Chile». Fuentes de la OID aseguran que su expulsión no ha sido llevada a efecto todavía debido al cólico nefrítico que padece la menorquina, quien se encuentra en la ciudad de Concepción y mantiene contactos con el cónsul español en Santiago, Camilo Acuso.