Fue un acto en el que todos lucieron un luto riguroso. Foto: FRANCISCO VIERA.

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Se vistió de luto riguroso. Fue el particular entierro de la sardina que organiza la Asociación de Personas Mayores El Turó, de Pòrtol: en esta ocasión, más tardío que de costumbre, pero manteniendo el rito de la despedida del Carnaval.

El mal tiempo sufrido hace dos semanas impidió «pescar la sardina y celebrar su entierro», símbolo de la «carne pecadora» que desde hace seis años despide las fiestas de Carnaval y anuncia el comienzo de la Cuaresma.

Cientos de vecinos de Pòrtol y sus alrededores despidieron de forma satírica, original e imaginativa el Carnaval, con plañideras, hombres con chistera, velos y pañuelos, todos ellos acompañando a una banda de música que recorrió las calles más céntricas de Pòrtol. Comenzó en sa Bassa y terminó en la Plaça de Ca'n Flor.

Fue un entierro solemne y triste que terminó, sin embargo, con una gran fiesta en al que participaron todos los asistentes.