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El sorteo de la Lotería Nacional dejó nuevos millonarios en Palma, aunque por la hora en que se realizó el sorteo (a las cinco de la tarde), muchos ni siquiera se enteraron. De hecho, la Administración número 23 de la calle obispo Joan Maura regentada por Eduardo Masana Reynés permaneció cerrada ayer por la tarde y no celebró la fortuna como mandan los cánones. «Éste es el noveno premio importante que repartimos y no nos habíamos enterado hasta que nos llamó un amigo diciendo que le había tocado el Gordo», explicó la madre de Eduardo Masana. En esta administración desconocían el importe exacto del premio y si habían repartido, o devuelto, la serie premiada con 500 millones.

En la otra administración, la numero 18 de la calle Nicolau Calafat de la barriada de La Soledad, su propietario, Severiano Quevedo, posaba feliz con el cartelito del número premiado. «Ésta es la segunda vez que reparto el Gordo" explicó" ya que hace tres años vendimos una serie del Cienmillonario que estaba premiada con 60 millones. Tenía seis series del número 33.795, pero devolví dos, así que esta vez he repartido 400 millones», señaló.
La suerte, en esta ocasión, viajó muchas manzanas a la redonda de la calle Nicolau Calafat, ya que Severiano Quevedo entregó una serie completa al vendedor ambulante Antonio Santiago, «que suele distribuir los números en los edificios de la Policía Nacional y la Guardia Civil», según explicó el propietario de la administración número 18 de Palma.