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Sin embargo, la Naturaleza les jugó una mala pasada al hacerlas nacer chicos, por tanto, fueron a escuela con chicos, hicieron pis en los servicios de chicos, hicieron también la mili como los chicos... hasta que un buen día, dejándose llevar por su impulso femenino, «pues pese a la apariencia masculina, nuestra mente es de mujer desde siempre: de niños jugábamos con muñecas, nos vestíamos como niñas, jugábamos con niñas, y siendo adultos, nos horrorizamos cuando nos llamaron a la mili, donde algunos se rieron de nosotras, porque... ¡vaya vejación fue aquello! Y vaya pérdida de tiempo también, porque ya me dirás... nosotras dos marcando el paso», un buen día, digo, se plantaron y decidieron ser lo que ellas consideran que son: mujeres.

Así que dejaron hacer libremente a su transexualidad "«¿te imaginas? las dos, hermanas y transexuales... Porque ella podría haber nacido homosexual y yo lesbiana, pero no, las dos chicos transexuales»" y, poquito a poco se obró el cambio, «que por otra parte no fue difícil, pues dejamos hacer a la Naturaleza» Y también un poco a la cirugía, les recordamos, pues Marga está operada, es mujer, incluso físicamente, y María está en ello. «Sólo me falta ahorrar un poco para que me dé para la operación».