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No llovió, como ocurrió el año pasado, y la procesión del Santo Entierro cerró ayer por la tarde sin incidentes los desfiles procesionales de esta Semana Santa.

Más de cuatro mil cofrades y penitentes participaron en una procesión donde la Virgen de la Salud y Nuestra Señora de la Esperanza fueron «presentadas» en la Plaça de Sant Francesc "el año pasado fue la primera vez que bailaron juntas" y aplaudidas a lo largo de todo el recorrido. Tal y como ocurrió en la procesión del Jueves Santo, la Cofradía de Penitentes de la Sagrada Cena y Nuestra Señora de la Salud hizo «un voto de puro silencio y con cirios apagados por su disconformidad en aspectos de importancia y de grave repercusión hacia la propia cofradía», afirmaron fuentes de la cofradía.

La procesión se inició en la Plaça de Sant Francesc y recorrió el casco antiguo de Palma hasta llegar a la iglesia del Socorro.
El paso de la imagen yacente de Cristo llegó pasadas las 23'00 horas. Allí se llevo a cabo el solemne ceremonial del Santo Entierro, con la presencia de los estandartes de las cofradías.