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FOTO: AINA VIVES
La residencia de Sant Domingo de Pollença vivirá hoy una fiesta muy especial para celebrar el 108 aniversario de Joana Capllonch Cerdà, más conocida en la localidad como «Madò Fada», aunque los compañeros de la residencia la llaman «la padrina».

El estado de salud de Madò Fada es excelente, aunque comenta que «este año no podré bailar como en la fiesta de hace dos años, porque las piernas ya no me aguantan bien».

«Madò Fada» ingresó en la residencia de Pollença hace dos años con su hijo, que ya ha fallecido. La anciana afirma que se siente «orgullosa de haber cuidado a su hijo cuando era joven y cuando fue viejo».

La familia más cercana que le queda se compone de una nieta y tres biznietos, y se entristece cuando sabe que su nieta no podrá asistir a la fiesta que se celebra hoy en la residencia «porque me han dicho que tiene la gripe».

«Madò Fada» asiste cada día a las clases de gimnasia de la residencia «en las que muevo todo mi cuerpo». Después pasa el tiempo conversando con sus compañeros o jugando a las cartas.