El éxodo de kosovares hacia los campos de Albania, Macedonia y
Montenegro, unido a las sucesivas muestras de solidaridad
expresadas por particulares e instituciones ha forzado a la Creu
Roja a poner en marcha un plan de acción consistente en la
recaudación de fondos, el envío de ayuda humanitaria y la acogida
de refugiados por parte de los ciudadanos baleares, los primeros de
los cuales podrían llegar a las Islas antes de 10 días de mediar un
acuerdo entre los países de la UE en lo referente a los
acogimientos.
Gerardo Bonet, presidente de Creu Roja de Balears, explicó ayer
que la ONG «ha aportado dos millones de pesetas procedentes de sus
arcas», suma que se destinará a la adquisición de alimentos y
material sanitario para su posterior distribución entre las
víctimas del conflicto. Con idéntico fin, se han abierto cuentas en
seis entidades bancarias y cajas de ahorros que ya han ingresado
750 mil pesetas.
Tanto Bonet como María Vázquez, presidenta de la asamblea de la
Creu Roja de Sóller y cooperante de la oficina de Drets Humans del
Ministerio de Asuntos Exteriores, destacaron la campaña de acogida
de refugiados, que ya cuenta con más de 200 solicitudes, una de las
cuales ha sido realizada por una concejala del Ajuntament de Palma.
A la espera de que el Gobierno español se posicione en lo referente
los acogimientos "asunto que ha divido a los países de la UE y que
podría resolverse entre hoy y mañana", Creu Roja de Balears ha
puesto a disposición de la población balear una línea de teléfono
(971-295000. Extensiones 246-248) para conocer los detalles de este
plan de ayuda y unas fichas de inscripción provisionales. Gerardo
Bonet y María Vázquez insistieron en que los acogimientos serían
por familias completas puesto que «en ningún caso se separarán a
los hijos de sus padres».
María Vázquez explicó que en los últimos días se han sucedido
las muestras de solidaridad en Mallorca. «La casa regional de
Extremadura en Felanitx está dispuesta a acoger en su sede entre 15
y 20 deportados y un restaurante de la misma localidad ha ofrecido
aportar 20 comidas diarias», comentó.
Pero esta campaña también tiene su lado oscuro. Bonet hizo un
nuevo llamamiento a los comerciantes de Palma para prevenirles de
las acciones de un grupo de impostores que piden donativos en
nombre de Creu Roja. «Es fácil reconocerlos porque se ofrecen a
colgar carteles en sus establecimientos, cuando no los hemos hecho,
y en las huchas llevan etiquetas fotocopiadas en blanco y
negro».
Por otra parte, Catalina Sureda, coordinadora del Fons Mallorquí
de Solidaritat i Cooperació, anunció ayer que destinará 20 millones
de pesetas de su presupuesto a la causa humanitaria en favor de los
deportados. Asímismo, el Fons, que agrupa al Consell Insular de
Mallorca y la práctica totalidad de los ayuntamientos de la Isla,
ha decidido hacer causa común con la ONG Bosnia-Plataforma per
Kosovo para organizar el envío de ayuda humanitaria a las víctimas
del conflicto en los balcanes.
Por su parte, Unicef ha iniciado un plan de ayuda humanitaria de
emergencia para responder a las necesidades provocadas por la
crisis de Kosovo, que afecta a más de 250 mil niños, y que está
valorado en 2.075 millones de pesetas.
El PSM de Palma también ha querido aportar su grano de arena y
propondrá en el pleno municipal de este mes la creación de un «plan
municipal de actuación solidaria con Kosovo» en el que participen
también las entidades ciudadanas para proporcionar medios humanos,
materiales y económicos que permitan a los kosovares vivir
dignamente en su país.
Por último la comisión ejecutiva de CCOO aprobó ayer una
declaración sobre la intervención militar en Yugoslavia por la cual
exige acabar con la limpieza étnica y los bombardeos de la
OTAN.
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