El presidente del Comissió de Benestar Social del Consell, Damià
Pons, aseguró ayer que numerosos inmigrantes magrebíes y del Africa
negra se ven obligados a dormir en sacos de dormir en las propias
construcciones en las que están trabajando ante la saturación de
los centros de acogida que dependen del Ajuntament y del Consell
Insular. A esta falta de espacio, se añade otro problema: numerosos
propietarios se niegan a alquilar sus pisos a estos inmigrantes por
lo que, aunque tengan dinero, tampoco encuentran lugares donde
vivir.
Ante esta situación alarmante, el president de la Comissió
reclamó la necesidad de poner en marcha soluciones de emergencia,
que deben pasar por un acuerdo interinstitucional entre el Consell,
Govern, Ajuntament de Palma y Delegación del Gobierno. En su
opinión, las instituciones, en función de sus posibilidades, deben
aportar recursos para poner en circuito pisos de alquiler que
resuelvan momentáneamente la falta de espacio. Ayer mismo se
celebró la primera reunión para intentar llegar a un acuerdo pero
no fue posible ya que el representante del Ajuntament de Palma no
acudió.
«El tiempo me ha dado la razón»
En su comparecencia ante los medios de comunicación, el president
de la Comissió de Benestar Social del Consell recordó la
reprobación de que fueron objeto la presidenta del Consell y el
mismo por alertar del peligro de brotes racistas contra estos
inmigrantes. «Lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón y
antes de lo que pensábamos», señaló el conseller.
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