La modelo con su marido y su hija María antes de entrar en el oratorio de Sant Miquel.
Foto: Jaume Morey

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Embarazada de tres meses de su segundo hijo, la modelo Judith Mascó acudió ayer por la tarde a Campanet para asistir a la boda de su hermana Sonia con Antonio Alomar, nieto del conocido arquitecto Gabriel Alomar. Con su hija María y acompañada por su marido Eduardo Vicente, la modelo afirmó no tener preferencias respecto al sexo de su segundo hijo y apuntó que en septiembre seguirá trabajando, aunque no lo hará como modelo. «Me da igual que sea niño o niña. La gente pensará que prefiero niño, pero no me importaría nada que fuera niña y más si es tan buena como la que tengo. Después, esperaremos un tiempo».

El verano lo dedicará a descansar «en la montaña y en septiembre volveré al trabajo, aunque no será como modelo. Haré algo especial para mujeres embarazadas», afirmó.

El novio, hijo de Mercedes Garau y de Antonio Alomar, llegó con veinte minutos de antelación al oratorio de Sant Miquel. A las 18.30 horas en punto llegó la novia en un Mercedes verde descapotable. Vestía un elegante vestido de Pronovias color marfil, tan sólo adornada con joyas en sus pendientes y con un sencillo recogido en el pelo.

La ceremonia, que duró media hora, estuvo oficiada por un sacerdote amigo de la familia. A lo largo de la misa siete miembros del grupo Cap-pela integraron un coro que interpretó piezas de Mozart y Haendel, además de una canción ucraniana, pedida por expreso deseo de los contrayentes.