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Hubo protestas por el ruido, pancartas en los balcones, banderas de Baleares, calles cerradas al tráfico que después no fueron utilizadas e, incluso, una charanga que pitó a la organización y, de paso, a los alemanes que entraban en la puerta del Coliseo Balear para ver el programa emitido por la televisión alemana ZDF.

La calle Arxiduc Lluis Salvador se cerró al tráfico horas antes de que comenzara la emisión del programa para dejar vía libre al recorrido de un Fórmula 1 que, al final, no llegó a celebrarse. Otra calle cerrada: Jaume Ferran. Allí esperaban un centenar de jóvenes una hora antes del comienzo. No faltaron los posters, mucha policía, camisetas y las canciones de las fans de uno de los grupos favoritos del espectáculo: los Backsetreet Boys. Mientras, en la puerta principal de la Plaza de Toros, el actor y cómico Leo Bassi, vestido como Fidel Castro, entregaba unas octavillas y realizaba un show particular en el que informaba a todos los curiosos y transeúntes que el espectáculo era sólo para alemanes.

A la protesta de los vecinos por el ruido y la particular de Leo Bassi se sumaron los miembros de una charanga y un grupo de jóvenes que portaban banderas de Baleares y dos grandes pancartas en las que se leía: «Mallorca no es alemana» y «Esto es una vergüenza», esta última escrita en alemán. Las dos casi colapsan una de las entradas a la plaza. Pasadas las 21.00, y ya comenzado el espectáculo, la charanga seguía pitando, luciendo señales de «prohibida la arrogancia» y «prohibido el paso a las personas».