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Reivindican al Ajuntament la puesta en marcha del proyecto de reforma de la payesía del barrio, donde pretenden realizar el centro cultural que necesitan. El territorio de Son Peretó linda con la barriada de la Vileta, el Camí des Reis y Son Rapinya. Su historia jurídica y urbanística está ligada por imposición del Plan Ribas Piera a la de Son Flor, y constituye uno de los barrios del poniente de Palma con una evolución urbanística, cronológicamente diferente al de otras zonas de Ciutat. José Zarco García, presidente de la AAVV, nos habla de sus deseos de que acaben los trabajos de construcción que desde hace muchos años se realizan en la zona.

Son Peretó es un territorio que en la actualidad prácticamente está en obras. «Éste es el motivo por el que nuestras actividades están muy limitadas, además de carecer de local social. Se trata de una barriada que aún se está haciendo». «Comenzó a formarse alrededor de 1968 y durante su proceso urbanístico hemos tenido que pasar por momentos muy difíciles», señala el presidente de la asociación de vecinos. «Nuestra asociación está formada por una junta directiva y 100 socios, representantes de las 50 familias de clase trabajadora que la conforman.

La principal reivindicación de Son Peretó es conseguir un local social y cultural para la barriada, y el lugar más adecuado para ubicarlo es la payesía que se encuentra en la zona. «Se trata de una antigua casa de campo mallorquina, con mucho terreno a su alrededor "comenta José", que ofrece grandes posibilidades para los vecinos. Sin embargo, el problema que se plantea es su completo abandono. Con el tiempo se está cayendo. Necesita arreglos y mantenimiento. El Ajuntament, que destinó para este proyecto una cantidad de cuarenta millones, nos prometió que comenzarían las obras el año pasado. Pasa el tiempo y no hacen ni dicen nada, ni siquiera podemos trabajar en ella porque no tenemos la llave. Nos preocupa su degradación».

La historia de la barriada
Situado en la zona de poniente, Son Peretó es uno de los barrios de Palma que ha experimentado una gran evolución urbanística en los últimos 25 años. Fue antiguamente un rafal de la ciudad que limitaba con Son Quint, Son Serra, Son Dameto y Son Moix Blanc. En 1667 perteneció a Miquel Ferrer de Comelles, dedicado al cultivo de almendros, algarrobos y cereales. Su urbanización no comienza hasta 1964 con la parcelación de los terrenos de Joan Salas Nadal y la ordenación urbanística se hace con el Pla Ribas Piera (1973). En 1979 se aprueba el Plan Parcial que afecta al proceso urbanizador. Tanto Son Peretó como Son Flor conectan con Son Rapinya y forman un mismo conjunto urbanístico. Actualmente, sus pobladores son de clase trabajadora y muchos de ellos procedentes de la Península.