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Puerto Portals se encontraba ayer lleno de curiosos que se acercaban para ver las caras conocidas que participan en la V Regata Breitling.
Los primeros en llegar fueron el príncipe Felipe junto a Iñaki Urdangarín, que, una vez allí, se separaron para tomar su puesto en sus respectivas embarcaciones.

Desde el Aifos, el Príncipe de Asturias tuvo una amena conversación con el aventurero Kitín Muñoz, que se acercó para desearle suerte en la prueba. Aunque parezca raro, afirmó que no participa en la regata porque no es lo suyo. Además, explicó que está preparando «una nueva expedición al Japón».

CARAS CONOCIDAS
El que llegó como una exhalación fue Luis Alfonso de Borbón, al que no dio tiempo a verlo en el pantalán. Entró en el puerto con paso ligero, huyendo de los periodistas, para refugiarse en su barco, La Casera, minutos antes de que empezara la regata.

En alta mar estaba la infanta Cristina, a bordo de la lancha de unos amigos. Cuando el Azur de Puig se encontraba cerca, observaba con atención todos los movimientos de su marido. Cuando se alejaba, aprovechaba para revisar la clasificación de la jornada anterior y descansar a la sombra del toldo del barco.