El recién estrenado Govern de progreso, que preside el socialista
Francesc Antich, tiene que abordar a corto plazo diversas
cuestiones. Algunas de ellas, como la futura ubicación de la planta
de regasificación prevista para dotar a Mallorca de gas natural o
el Plan de Inmigración, son cuestiones que quedaron pendientes en
la pasada legislatura, sobre las que el gobierno de Jaume Matas no
llegó a pronunciarse.
Otras, como el futuro de la planta incineradora de Son Reus o la
restitución o no de la Semana Blanca son temas que se plantean los
cuatro partidos que integran ahora el Govern. En el caso de la
incineradora, el programa de gobierno del pacto de progreso se
plantea eliminar la planta en un plazo de seis años, plazo en el
que se incrementará la recogida selectiva de basuras, el reciclaje
y la fabricación de compost.
Por lo que respecta al futuro de la Semana Blanca, en su día la
oposición no planteó ninguna polémica por la decisión del Govern de
Jaume Matas de eliminar este periodo vacacional del calendario
escolar, pero los sindicatos rechazaron la medida. La estrecha
vinculación entre el nuevo Govern y los sindicatos hace prever que
en algún momento se reabrirá esta polémica.
Uno de los temas que exige inmediata solución es el de los
inmigrantes que se desplazan a Mallorca en busca de trabajo y no
encuentran sitio donde vivir. En la pasada legislatura no hubo
forma de poner en marcha el «plan de choque» con el que Govern,
Ajuntament de Palma y Consell Insular se comprometieron a buscar
una solución. El nuevo Govern no tiene tiempo para tomarse
vacaciones.
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