El primer chapuzón de Froilán

Inquieto y despierto, Froilán juega con sus padres, los duques de Lugo, en el mar. La infanta Elena se bañó junto a su hijo mientras su padre, Jaime de Marichalar, observaba atento todos los movimientos de su mujer e hijo, a pocos metros del Fortuna.

La Familia Real pasó un feliz día en alta mar disfrutando del primer baño del pequeño. Constantino de Grecia aprovechó la jornada marinera para deleitarse con un buen libro y la tranquilidad de la costa de Mallorca. La Reina disfrutó en todo momento de la alegría del pequeño Felipe Juan Froilán y de ver cómo cada día crece más. Incluso, como comentó el rey don Juan Carlos, «ya ha aprendido a decir no y elegir sus preferencias». Y es que el más pequeño de la familia se ha convertido este verano en el «rey» de la casa, asombrando a todos con su inocencia y simpatía.

La infanta Elena no puede disimular su amor de madre e incluso luce una esbelta figura que realza aún más su belleza. Doña Elena está considerada como una de las mujeres más elegantes.

Los primeros movimientos del pequeño Froilán en el agua estuvieron acompañados por un flotador con el que se sentía algo más seguro, pero sin duda quienes estaba más atentos y eran los verdaderos «ángeles de la guarda» en los primeros movimientos de brazos y piernas fueron sus padres y abuela. Seguramente, el primogénito de los duques de Lugo será un gran amante de los deportes, especialmente de las actividades náuticas. A pesar de ser un bebé de poco más de un año, Froilán cuenta con una gran estatura, por lo que en el futuro será un joven apuesto y muy alto, al igual que su padre.