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«Amadiba está realizando un trabajo importante de acción social y desde el Govern tenemos que dar soluciones a sus problemas. La idea es firmar un concierto con la asociación que pueda darles seguridad en el desarrollo de su trabajo y no estén pendientes de las subvenciones que les pueden conceder o no durante el año», declaró Francesc Antich tras visitar la escuela de verano que Amadiba instala desde hace cuatro años en el colegio Camilo José Cela.

Para Antich, la labor de Amadiba, centrada en dar cobertura en los períodos no escolares a las personas con discapacidades psíquicas que necesitan ayudas generalizadas para vivir, «es un servicio social necesario y hay que dar tranquilidad y seguridad a la asociación que lo desarrolla, no sólo desde el Govern sino desde otras instituciones, porque de lo que se trata es de unir energías mediante la fórmula del concierto», apuntó.

Por su parte, la presidenta de Amadiba, Elvira Jiménez, explicó que las cuestiones más urgentes planteadas al presidente son «la necesidad de cubrir el ocio y tiempo libre de las personas con discapacidad psíquica por parte de la Administración y que, en su defecto, cubra económicamente algo de lo que nosotros hacemos».

Además de conocer el trabajo que realiza Amadiba en la escuela de verano, en la que 32 niños y jóvenes con discapacidad psíquica participan en actividades de ocio y tiempo libre y otros 10 están en lista de espera, Antich se desplazó hasta los locales que el Ibavi ha adjudicado a Amadiba y en los que está previsto que instale su nueva sede.