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El actor irlandés Pierce Brosnan, que está en Mallorca desde el viernes y permanecerá en la Isla hasta la semana que viene, pasó ayer un día de lo más tranquilo. Brosnan, que es reconocido especialmente por su papel del agente James Bond, pasó toda la mañana en La Residencia de Deià. Allí el actor ha alquilado varias habitaciones para el grupo de acompañantes, entre los que está la niñera, el guardaespaldas, además de la suite en la que él se aloja y que dispone de piscina.

Pasó toda la mañana en el hotel entre los suyos, y eso que había alquilado unos vehículos para las 9 de la mañana. Después de desayunar y comer salió del hotel a las 4 de la tarde en pantalón y camiseta corta, gorro de paja, y gafas de sol. Junto a él, estaba su mujer, también ataviada muy de verano, y su hijo, vestido de blanco con un simpático gorrito.

La pareja y sus acompañantes se dirigieron a Sóller, donde hicieron una primera parada en una heladería. Allí el niño pudo refrescarse del calor que hacía. Después llevaron los coches al puerto y Brosnan se subió a una lancha, la revisó, y mientras la preparaban, fueron a uno de los bares a pie de mar para tomarse un café. El actor, que se mostró muy simpático, y su familia pasaron de esta manera el resto de la tarde: navegando por la costa mallorquína.