El presidente de la Asociación de Instalaciones Náuticas y
Deportivas (ANADE), Ricardo Ferrer, prevé que esta temporada el
turismo náutico volverá a superar los 40.000 millones de pesetas en
Baleares, en el quinto año consecutivo de saturación de los puertos
del archipiélago.
Ferrer se remite a un estudio de esta actividad económica
durante 1998 realizado por Turespaña para cifrar en el baremo de
los 40.000 millones un volumen de negocio que incluye la incidencia
del turismo náutico en los comercios y en la restauración. El
presidente de ANADE ha vuelto a percibir en el presente ejercicio
una tendencia creciente en el sector, que se detecta en la alta
ocupación de las instalaciones deportivas. «Casi todas las noches
del mes de agosto los puertos deportivos de Baleares han registrado
un lleno absoluto y han tenido que rechazar permisos de amarre de
barcos que han tenido que quedarse fondeando en las bahías»,
comenta el presidente de la patronal del sector.
Según Ferrer, esta situación se repite cada verano desde hace
cinco años, «lo que se explica por el progresivo incremento del
poder adquisitivo de la población y la mayor afluencia de turistas
con segunda residencia». La náutica es otro de los sectores en alza
de la economía balear cuyos responsables también son reacios a la
«ecotasa» que estudia implantar el Govern balear. «La náutica está
sufriendo muchas cargas», expone Ferrer, quien considera
«precipitado» la aplicación de un impuesto turístico con fines
ecológicos, puesto que es preciso «verlo con un poco más de
perspectiva y trazar todas las medidas posibles».
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