La Conselleria d'Educació va a poner en marcha en el curso
1999-2000 nuevas actuaciones dentro del programa de educación
compensatoria, orientadas a compensar las desigualdades sociales,
culturales y educativas, que se perciben en los alumnos a raíz de
la fuerte inmigración a las Islas y que tienen por objeto la
integración social dentro del aula. En los últimos años, la escuela
se ha convertido en una amalgama de culturas y lenguas, debido a la
inmigración procedente del Estado español, de países comunitarios y
de otros Estados no europeos, principalmente del norte de Àfrica.
Según las previsiones de la Administración educativa, en este
curso, habrá más de medio millar de alumnos magrebíes, en base a
183 reagrupaciones familiares previstas en Balears y teniendo en
cuenta que cada familia tiene una media de tres hijos. Esta
población escolar será, en parte, la destinataria de los programas
de educación compensatoria, presentes en más de 150 centros
públicos y 10 colegios concertados de Balears, distribuidos estos
últimos en Palma (5), Inca (1), Manacor (2), sa Pobla (1) y Eivissa
(1).
Catalina Bover, directora general de Ordenació i Innovació de la
Conselleria d'Educació, señala que el objetivo final de estos
programas es conseguir que los hijos de los inmigrantes estén
integrados socialmente y que no se diferencien del resto de los
alumnos desde el punto de vista educativo. «Las actuaciones más
básicas, en educación infantil, las llevará a cabo el tutor del
aula, con la colaboración del equipo docente, y la integración se
hará como un juego. En este nivel se hará inmersión de catalán, de
modo que el lenguaje sea un nexo de unión y nunca una barrera
social», afirma Catalina Bover.
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