El programa que firmaron los miembros del Pacte ya anunciaba la voluntad de eliminar las excepciones de las DOT.

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El Govern se ha propuesto impedir la construcción de la avalancha de proyectos de urbanización en suelo rústico que se han presentado en las últimas semanas ante el temor de las restricciones urbanísticas que ha anunciado el nuevo Ejecutivo.

Fuentes del Ejecutivo han anunciado que la intención del Govern es modificar la legislación para que los derechos urbanísticos en suelo rústico no se adquieran en el momento de pedir la licencia urbanizadora. Es decir, que no bastará con pedir la licencia, sino que además será preciso contar con el informe favorable de la Comissió Insular d'Urbanisme de cada una de las Islas.

La intención del Ejecutivo es que esta modificación pueda ser aprobada mañana mismo por el Consell de Govern para que sea tramitada cuanto antes en el Parlament. El Govern aprovechará la modificación urgente de las Directrices de Ordenación del Territorio para incluir además estas medidas que pretenden frenar la progresiva urbanización en suelo rústico.

Por lo que se refiere a la modificación de las Directrices con objeto de eliminar las excepciones, el president del Govern, Francesc Antich quiere que la modificación se haga con todas las garantías jurídicas para evitar que, con posterioridad, puedan prosperar los posibles recursos ante los tribunales.