«La primera medida que vamos a adoptar es tomarnos en serio el
estudio de la moratoria de 10 años, que desde el principio dijimos
que nos parecía excesiva y lo vamos a hacer con todas las partes
afectadas: el GOB, las clínicas privadas, vecinos, etc», declaró la
consellera de Sanitat i Consum, Aina Salom, al término de la
reunión con la representante del GOB, Aina Llauger.
La titular de Sanitat señaló que todavía es prematuro decir si
se va a elaborar un plan de residuos sectorial o si lo englobaremos
en medio ambiente, «ya que en esta moratoria están implicadas
también otras Conselleries, como Medi Ambient y Agricultura, por lo
que tendremos que reunirnos con ellas para tomar decisiones»,
explicó Salom.
Por su parte, Aina Llauger, dijo que el GOB ha ofrecido su
colaboración a la Conselleria, «porque, evidentemente, queremos que
se acorte la moratoria de 10 años para incinerar residuos
hospitalarios que establece un decreto del anterior Govern».
La representante del GOB destacó el hecho de que haya sido la
Conselleria de Sanitat la que lleve la iniciativa en la mejora de
la situación actual de la gestión de los residuos sanitarios, «pero
también creemos que debe escuchar a todas las partes. La anterior
Conselleria siempre fue a remolque y, de hecho, el decreto se hizo
a consecuencia de la polémica de la incineradora de Son Dureta,
movida por los vecinos y los ecologistas», indicó Llauger.
El GOB hizo una serie de propuestas para un nuevo plan de
residuos hospitalarios como son fomentar la prevención y la
reducción de los residuos, mejorar la selección y recogida
selectiva dentro de los hospitales, fomentar la formación del
personal sanitario en gestión de residuos, elaborar y proponer a
los centros «Manuales de buenas prácticas de gestión de residuos
sanitarios» e incrementar la vigilancia y las sanciones por
incumplimiento de la normativa.
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