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En tiempos muy pretéritos es Jonquet era una zona periférica de Palma, barrio de pescadores. Años más tarde, y con el Passeig Sagrera que había ocupado la zona marítima del lugar, una película «Jack el Negro» fue como un pistoletazo que daría la salida a una radical transformación a la idiosincrasia del popular barrio, que a partir de los años 60 sufrió una verdadera invasión de empresarios del ocio que casi logran convertir la parte alta de es Jonquet en un parque temático del Gin Tonic y del ruido nocturno que no dejaba dormir al vecindario, hasta que llegó el declive.

La década de los noventa ha resultado letal para la imagen de la barriada de es Jonquet, tantas veces vendida en postales turísticas como la imagen de Palma, por el bello conjunto que formaban los viejos molinos que rompían la simetría de irregulares líneas rectas de los nuevos edificios del Passeig Marítim. Y lo peor, la degradación que ha llegado con el cierre de las discotecas y bares, está dando la peor imagen de la historia, a pesar de las múltiples quejas y denuncias publicadas en la prensa, la situación va de mal en peor, teniendo en cuenta que se trata de una «postal» que en cierto modo, no hace más que reflejar, como se ha dicho antes, lo que actualmente está pasando en la llamada «capital del turismo del Mediterráneo».