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El Govern está analizando diversas fórmulas para cobrar la ecotasa y no ocasionar molestias a los turistas. El conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, sigue trabajando en buscar una salida a la aplicación de dicho impuesto, al margen de las contradictorias opiniones que han expuesto durante los últimos días el conseller de Turisme, Celestí Alomar, y el propio president, Francesc Antich.

«No me he parado de trabajar en la ecotasa», comentó Mesquida a este periódico ante la posible aplicación del impuesto. Mesquida sostiene que el impuesto podría cobrarse a través de los billetes de avión y barcos o, por el contrario, los turistas pagarían la ecotasa cuando abonasen el alojamiento. En ambos casos el Govern sigue estudiando fórmulas para que dicha ecotasa no repercuta en los residentes y a aquellas personas que se trasladan a Balears por motivos laborales.

Sin embargo, el Ejecutivo autonómico sigue pendiente de los informes que puedan remitirse desde la Unión Europea sobre la viabilidad de la ecotasa.

Otra de las cuestiones que está analizando el Govern es la oposición de las compañías aéreas de actuar como recaudadoras de la ecotasa en caso de que se opte por el cobro a través de billetes de avión y barco. Ante el riesgo de que las compañías aéreas se opongan a cobrar el impuesto la solución que baraja el Govern es dar un porcentaje de la recaudación a las empresas. El borrador de ecotasa, realizada durante el Govern presidido por Jaume Matas, también contemplaba la recaudación a través de billetes de avión y barco. De hecho, la dirección del aeropuerto de Palma ya ha mostrado su oposición a que el impuesto, si es que se pone en marcha, pueda cobrarse en las instalaciones de Son Sant Joan.