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La niebla que afectó ayer al aeropuerto madrileño a lo largo de toda la mañana provocó retrasos en unos doce vuelos con origen y destino a Son Sant Joan, afectando a más de 2.500 pasajeros.

El aeropuerto de Barajas se vió obligado desde las 06.54 horas hasta las 11.45 horas a activar la categoría dos del procedimiento de visibilidad reducida, ya que el alcance visual en pista es de 400 metros. El procedimiento de visibilidad reducida tiene como objetivo reforzar la seguridad garantizando el funcionamiento de todos los sistemas, y los despegues y aterrizajes «sólo se inician si la aeronave y su tripulación poseen la calificación adecuada para operar de acuerdo a la categoría en la que se encuentra la pista en ese momento», explicaron fuentes aeroportuarias. Estos procedimientos se clasifican en tres categorías, la primera cuando el alcance visual en pista es de 800 metros, la segunda cuando es de 400 metros y la tercera cuando la visibilidad es de 200 metros.

El ejecutivo de servicio de Son Sant Joan añadió que los efectos de la niebla, «afectaron al resto de las operaciones del día, ya que los retrasos, por muy ligeros que fueran, repercutieron en la programación de las compañías aéreas, que no pudieron normalizar su operativa hasta las cuatro de la tarde».

El hecho de que ayer fuera el día de menor tráfico de la semana, con 410 movimientos de aviones y unos 47.000 pasajeros, motivó que la incidencia fuera mínima en el aeropuerto palmesano.